¡ Venezuela está secuestrada, así lo debe entender la comunidad internacional !
LA VISIÓN DE UN CIUDADANO
24 DE JULIO DE 2017
 
Los venezolanos hemos luchado por más de 100 días por nuestra libertad y por la democracia, una anhelada democracia cuyo único obstáculo es el narcogobierno militar liderado por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. La lucha de los demócratas venezolanos no es contra un gobierno dictatorial o totalitario convencional, no es una lucha contra revolucionarios comunistas o socialistas, ni lo es tampoco contra un modelo económico; la lucha es contra una banda de malandros seudopolíticos, criminales y narcomilitares que se encompicharon después de la muerte de Chávez con mafias de narcotraficantes locales e internacionales para secuestrar un Estado y saquear y arruinar a un país que era sumamente rico. Para mayor desgracia nuestra, estos secuestradores consiguieron dos grandes asesores políticos en el manejo del populismo como son Fidel y Raúl Castro, chantajearon con petróleo y dinero a los países más pobres de América para contar con su apoyo en los organismos internacionales, como ejemplo de vitrina tenemos la OEA y UNASUR. Estos malandros, criminales y narcomilitares por su naturaleza perversa no entienden de negociaciones políticas, ellos están resteados para permanecer con Venezuela secuestrada porque saben que si liberan a su rehén, a la mayoría de ellos les pondrán su braga anaranjada en los Estados Unidos, otros deberán pagar sus crímenes de lesa humanidad y los menos criminales como los miembros del  TSJ y CNE, para nombrar algunos,  enfrentaran sus delitos de corrupción.
            Si la comunidad internacional de verdad quiere ayudar al pueblo de Venezuela, debe convencerse de que este  gobierno no está conformado por políticos totalitarios  tradicionales, deben mirar a una Venezuela secuestrada por delicuentes y narcomilitares, donde la gran mayoría de su pueblo es decente, educado, digno y demócrata; y está luchando apegado a la constitución, pero  los malandros que tienen a Venezuela como rehén, tratan de controlar la lucha de los demócratas con crueldad y desprecio, haciendo lo que les da las gana, asesinando a jóvenes estudiantes y a pesar de que el pueblo decente y demócrata es superior al 80%, esta injusta lucha de demócratas contra bandas de colectivos criminales, policías y guardias nacionales no ha terminado porque al  gobierno mafioso lo sostienen las armas.
Como ejemplo de lucha para la comunidad internacional, podemos reseñar la Consulta Popular como ejercicio y derecho democrático establecida en nuestra Constitución, cuya actividad se llevó a cabo el pasado domingo 16 de julio en esta Consulta Popular más de 7.5 millones de demócratas demostramos que los venezolanos decentes somos la gran mayoría. La Consulta Popular fue organizada por la ciudadanía en solo 15 días, sin recursos, con solo una tercera parte de las mesas electorales que se tiene en comicios normales, lo cual no permitió cubrir toda la geografía nacional, y sin apoyo estatal, todo lo contario en gran parte del país hubo sabotaje del gobierno al no permitir el funcionamiento del transporte público y al convocar un proceso electoral paralelo para amenazar a las personas que dependen de la ayuda del estado. Si este resultado de 7.5 millones se pondera y se proyecta en el escenario de una elección normal, es muy probable que supere los 12 millones de votantes demócratas.
Mientras nuestra querida Venezuela se mantiene secuestrada y torturada ante los ojos de la comunidad internacional, el pueblo decente lucha con la bandera, apegado a la constitución y sufriendo el atropello cruel y asesinato diario de jóvenes libertadores bajo la mirada sádica y alegre de Nicolás Maduro y Cilia Flores bailando salsa, mientras or otro lado nuestra gente muere de hambre,  muere por falta de medicinas, muere  en manos de delincuentes que actúan con toda impunidad, la clase media y los pobres son cada día más pobres, el aparato productivo y las empresas colapsan con rapidez exponencial.
La comunidad internacional tiene que entender que los malandros del gobierno actúan como lo que son, se roban los dólares de nuestra reserva  en maletines y los lingotes de oro los sacan al estilo de los grandes forajidos. Los malandros que tienen secuestrada a Venezuela nunca permitirán elecciones limpias y cuando hablan de negociar, están pensando en algún engaño para calmar la desesperación del pueblo demócrata.
Una característica común de las dictaduras vividas en Latinoamérica el siglo pasado es sin duda el fuerte nacionalismo que arropaba a sus líderes. Por lo tanto, cuando estos vieron imposibilitada la gobernabilidad y la gran mayoría de su país reclamó un cambio, éstos supieron hacerse a un lado antes que derramar la sangre de ciudadanos inocentes; anecdótico y oportuno resultaría recordar que, en enero de 1958 cuando la Guarnición de Caracas se declaró en contra de la dictadura militar de Pérez Jiménez, El Presidente ante la propuesta de los militares más fieles al régimen de atacar a los rebeldes respondió: “yo no mato cadete”. Mientras tanto, el régimen narco-militar de Nicolás Maduro le brinda armas a paramilitares, hampa común y a todo aquel que se ofrezca a amenazar y asesinar al pueblo venezolano que solo quiere libertad.
La ONU, la OEA, MERCOSUR y la comunidad internacional deben apoyar a Venezuela a restituir la democracia con mayor esfuerzo, solidaridad y acciones para capturar a los malandros que la tienen convertida en un Estado fallido, de lo contrario comenzará asechar el fantasma de una guerra civil.