Te dejo libre hermosa amiga, hermosa
para pensar en tu futuro y en el mío
para que halles a alguien favorable y entero
que pueda amarte en tus siete dimensiones.
Para que viva contigo en buen augurio
y los presentes a tus hijos amorosos.
Que pueda compartir viajes y pasatiempos
e intercambiar besos a medianoche.
Para que juntos puedan descubrir horizontes y galaxias
y se transporten, rientes, a las aguas sulfurosas.
Para que beban del amor interminablemente
y anden de heladería en heladería.
Para que tu casa tenga al fin un hombre firme
que pueda sostenerte en tus desgracias.
Que beba de tus odres y tus manantiales
el ignoto soneto de tu cuerpo al trasluz.
Mereces que te amen con eterna frescura
y se te entreguen siempre y no por partes:
Yo no puedo costear tanto dolor:
Mi alma es solamente una hoja trémula
que muchas veces pisotea el viento.
No puedo levantarme en varios frentes
y seguir los pasos de lo augusto.
Por eso renuncio a proseguir mi amor
pues me es imposible vivir entre penúmbras.