Voy entre dimes y diretes
celebrando libertad y valentía.
Dejo señales en el tráfago
para recordar que soy un hombre triste.
Sucede que he tocado otras caricias
y sentido el entibiar de otros amores.
Sucede que me llevaron mis dudas
y mareas de pasiones me vencieron:
Se soltaron mis velas al pasado
y tramité los mares del recuerdo...
A veces pasado y presente se tocan
y siguen en sus líneas disonantes.
Destroné a mi inteligencia finita
y degusté manjares prohibidos.
Anduve en las patrias locas del apátrida
y me consumieron los furores solares.
Entré en incendios y en tardes fragantes
e hice fogatas en el fondo de lo lóbrego.
Alguien remontó de mis ayeres:
Alguien que fuera para mí muy importante
y anochecí entre fúlgidas almohadas.
Andé en curiosidad y desmesura.
Anduve entre adoquines y galaxias
sustentando lo muy insustentable.
Los mares delgados me llevaron
y fuí demencial ejecutor de mis argucias.
Hoy vuelvo de rincones anhelados
con el corazón de nuevo casi roto.
Renazco en las últimas semillas
decidido a regresar sobre mis miedos
a la confianza que me da la discreción
pues es mucho el peso que ella puso en mis hombros
debiendo yo sostener a mi familia
y sacar mis recursos a escondidas.