UNA VISITA
Publicado en Oct 20, 2017
Un hombre cansado, de los que ,con o sin sombrero, viste su edad, vino a visitarnos. En su caso, el sombrero negro era lo de menos.
Los surcos y arrugas salpicaban el rostro del viejo, sus argumentos no nos convencieron de prácticamente nada Nos habló de un lugar cerca de la fuente de entrada estrecha. Dentro, gemidos extraños y voz queda. ¿ Hay alguien? Salió de sí y dirigió la mirada a un punto inconcreto. Ahora más palabras que fluían en una amalgama de significados.- !Para ya por favor!.-espetó mi mujer. Su barba se extendía gris camuflando las dos mitades de aquel labio revelador. - Allí había algo más real... Podía verme en perspectiva, mucho tiempo atrás. - Todo esto no tiene ningún sentido. Si quiere, puede quedarse a cenar, no tenemos problema. incluso puede dormir en el sofá, la chimenea mantiene la habitación templada toda la noche. - Mañana no habrá más humo - Mira, lo mejor es que se vaya, nos está asustando ya. El viejo no dijo más y abandonó de un portazo el exiguo espacio formado entre los conversadores. Deslicé la cortina para ver qué camino tomaba. Nadie. Luz mortecina, como si los faroles emitieran sus últimos estertores. De repente, negro. Clara clavaba sobre mi una mirada lánguida y terriblemente triste. El cuchillo agarrado con fuerza por su mano derecho refulgía gracias a la única luz sin fundirse.- ¿ Qué haces con ese cuchillo?-¿Por qué has tardado tanto en echarle? - Cariño... Ese hombre estaba aterido y no parecía haber comido nada en todo el día.Dio un paso más hacia mi- Me trae sin cuidado, tenía miedo-- Clara, deja el cuchillo, ya se ha ido...( Golpes de aldaba que provocaron estruendo)La mirilla no mostraba el exterior - ¿ Quién es?-Los faroles de la plaza recobraron lentamente el halo de luz El cuchillo cayó al suelo y la sonrisa histriónica de Clara se despidió anunciando una ducha antes de dormir.Abrí la puerta. En ese instante un frío gélido acometió las entrañas de la casa. Suspiré, tomé aire.-Clara!-
Página 1 / 1
|
Elvia Gonzalez