Historia de una relacin
Publicado en Nov 04, 2017
A lo largo de nuestras vidas vamos teniendo diferentes tipos de relaciones sentimentales, algunas serias, algunas no tan serias y otras ocasionales. Hace tiempo tuve una relación seria. Salí con una chica por un par de años. Disfrutábamos de viajar juntos, salidas al cine, paseos en bicicleta, cocinar en pareja, pasábamos muchos días juntos y nuestra relación parecía sólida. Al pasar los meses, la relación se tornó monótona, se desgasto. El problema fue que nunca hablamos de nuestro futuro como pareja. Las diferentes metas de vida que teníamos cada uno, genero demasiadas peleas, peleas insignificantes, peleas que de cierta forma lográbamos evitar o calmar con sexo y una pequeña conversación donde jurábamos que íbamos a cambiar; sin embargo, ni ella ni yo desistía a sus objetivos. Ambos perdimos el común interés, así que ella sugirió darnos un tiempo para aclarar ideas y pensamientos; esperaba de alguna manera que yo hiciera conciencia e intentara algo por salvar lo nuestro. Yo decidí terminar la relación. Las discusiones eran recurrentes. Acepte su oferta, era volver a la soltería, las salidas con amigos, etc., parecían tiempos buenos. Para ella fue lo contrario, ella realmente la pasó mal. Lo sé porque volví a verla meses después, cuando la extrañe, busque e intente volver con ella. No era la misma, había cambiado, su peinado era diferente, cambio de trabajo, en fin, lucia distinta. No acepto regresar conmigo, tuvo la cortesía de decirme que no. Me confeso que paso tiempos difíciles, donde al final logro aceptar el presente, decidió seguir adelante con su vida y no me guardaba rencor. Comenzó a salir con otra persona. Para mí se avecinaron unos meses complicados, llenos de incertidumbre, no podía creer que olvidara el tiempo que habíamos vivido juntos, los buenos momentos, los viajes juntos, las peleas, todo. Tuvieron que pasar semanas, muchas salidas y pláticas con familiares y amigos, cambie de trabajo y trate de mantenerme ocupado. Solo así logre superar aquella relación. Perdí total contacto con ella, pasaron unos años y no volví a saber de ella hasta hace unos días. Coincidimos en el mismo centro comercial. Nos tomó por sorpresa a ambos. Topamos en el mismo pasillo, iba con su esposo y su hija, nos miramos y sonreímos, solamente dijimos: hola, y continuamos con nuestros caminos. Volver a verla me hizo pensar lo complicado que suele ser terminar una relación. Cuando nos aferramos a una persona, en ocasiones esperando que cambie o que de un extra, mientras, la pareja en turno no posee el valor de poner fin a la relación por miedo a lastimar y cargar con la culpa. Creo que las fortalezas de una relación son la confianza, libertad, respeto, y el sentirse bien con uno mismo para estar bien con el otro. Ser honesto consigo mismo y con la otra persona es lo mínimo que podemos hacer, si el gusto o la ganas por estar con ella ya no es el mismo, lo apropiado seria hablarlo para solucionarlo. No es un buen consejo ser indulgente con la otra persona, creer que la vamos a hacer sufrir, o el daño que le vamos a causar no puede ser excusa para no ser sincero con ellos. El tiempo de verdad es un aliado, no creo que ella me haya olvidado, como yo no la olvide. Simplemente (el tiempo) nos hizo reflexionar el uno sobre el otro. Nuestros objetivos eran distintos. No me arrepiento del resultado de esa relación, pero si tuviera la oportunidad de hacerlo otra vez, sin duda, esta ocasión lo haría diferente.
Página 1 / 1
|
Iramesoj le ogam
Gran reflexión la de la última página respecto a la sinceridad