No sé si sea un buen momento, pero bueno, me entraron ganas de escribir. Sé que te dije que me iba a dormir y pues, en cierta parte en cierto, me iba a ir a dormir, pero terminé en el baño con un lapicero y mi cuaderno de escritos haciéndome compañía.
Como dije antes, me entraron ganas de escribir, pero... ¿Qué iba a escribir? ¿Qué iba a plasmar en estas hojas? La respuesta no tardó en llegar. Viniste a mi mente de repente.
Sé que suelo escribir cosas deprimentes, pero creo que ésta es la excepción.
Has ahora no sé muy bien qué es lo que exactamente escribiré, así que si esto está mal redactado o algo confuso, entiende que es la mezcla de mi sueño, la hora, el cariño que te tengo, la hermosa sirena de la ambulancia (lo siento, necesitaba meter mi ironía) y éste dolor en el pecho que no se va.
No tengo noción del tiempo ahora mismo así que no sé muy bien qué hora será. Supongo que aún no debe ser martes, pero si así fuera, me da igual. (Creo que esto más que un escrito, es una carta, o un pergamino, nadie sabe qué resultará ser esto después de un tiempo)
Mientras pensaba qué escribir en éstas líneas, comencé a hojear mi cuaderno y encontré un escrito (que por cierto, no es corto) y ahora que lo he vuelto a leer le acabo de encontrar su sentido completamente, y si te da curiosidad de saber a qué escrito me refiero, deja de leer esto ahora mismo y dime que lo enseñe, al leerlo te darás cuenta también de lo que pensé.
No sé qué estarás haciendo ahora (basándonos en el momento que estoy escribiendo esto) pero quiero decirte que aquí mismo (y espero lo recuerdes) existe alguien dispuesta a hacer muchas cosas por ti. Dispuesta a abrazarte cuando lo necesites y cuando no, para hacerte compañía y animarte siempre. Para no dejarte caer y si lo haces estar ahí para ti, recostarme a tu lado y contar las estrellas.
Existe una persona en este mundo que te estará apoyando siempre, que estará ahí recordándote lo guapo que eres para ella y que también estará ahí para molestarte la vida... Que no hay nada que quiera cambiar de ti, sino que esté dispuesta a ayudarte a ser una mejor versión de ti mismo.
Gracias. Y... ¿Gracias por qué? Pues si te menciono cada cosa por la que te agradezco son bastantes, así que decidí resumirlo en una sola razón. ¿Cuál es? Gracias, gracias por el hecho de existir.
Siendo honestos, no sé qué haría si un día desaparecieras. Te has vuelto en una persona muy indispensable para mi.
¿Te digo la verdad? Siento que lo nuestro no va a acabar tan rápido, no voy a darle el gusto al mundo de dejar de molestarte la vida, y de todo corazón, espero no equivocarme.
Me enamoré de ti, sí, Pero no de una manera como las de ahora, sino de una manera linda, sincera, de una buena manera.
Sé bien que no soy tu primer amor, también sé que no eres el mío. Pero no sabes cómo me encantaría que sigas siendo este amor tan perfecto a nuestra manera por mucho tiempo.
Que seas esa persona que me dé los mejores abrazos.
Esa persona que me dé besos en la frente.
Esa que te cuida hasta por cruzar la calle.
Esa persona que no soportaría estar enfadados por mucho tiempo.
Esa persona que me lleve al cielo con un beso y me traiga de vuelta con un "te quiero".
Te doy las gracias (y esto es muy aparte de lo anterior) de estropear por completo mi plan de no enamorarme de nadie.
Vales demasiado para mi, quería recordártelo... Y ésta es mi manera.
Y si cariño, estas fueron las mejores líneas escritas aquí.