Cuento-poema
Publicado en Dec 13, 2017
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Mi madre comía tierra. Metía en su boca terrones oscuros, y los deglutía. Lo he dicho. Luego de masticar nos daba en la boca, disuelta en su saliva, a mi hermanita y a mi, una pasta imposible que tan pronto comíamos como vomitábamos. Nos dejaba en una cama sin sábanas, y se iba. Nos levantábamos; íbamos donde estaban nuestros vómitos y jugábamos con ellos. Hacíamos círculos con una pajita en el charquito. (Nuestro juguete, nuestro pobre juguete.) Vendía su cuerpo en la calle, ella, nuestra madre. Pero estaba enferma y sucia. No volvía a casa esa noche. Aunque en su paseo no encontrara a nadie. Mi hermanita y yo tampoco encontramos a nadie. GuillermoO Direc.Na.del Derecho de autor |
Marìa Vallejo D.-
Letras que tocan el centro mismo del alma y luego salen presurosas, para estrellarse con vacíos...
Quiero decirte que espiritualmente estoy con vos
Te mando abrazos con mucho cariño y respeto, vale?
María
Guillermo Capece
como otras veces me has dejado tus palabras hermosas que llegan y llenan de inmediato el corazon.
Por eso te agradezco tanto
abrazo fuerte
GuillermoO
Enrique Gonzlez Matas
Bueno es leerte otra vez por aquí.
Un gran abrazo.
Guillermo Capece
Salludos
GuillermoO