Cartas al viento
Publicado en Jan 07, 2018
Caminaba en dirección al río, buscando al viento. Y allí lo encontró. Lo abrazó y le susurró: "te extraño"... Pero éste no le respondió. Se le escapó una lágrima de sus mejillas. El viento se la secó. Se sentó a la orilla del río, y aunque hacia frío decidió mojar sus pies en el agua. Ella estaba con su gran amor, el viento, y aunque él no la amaba como ella a él, la abrazó y le dio calor sacando de dónde no tenía una brisa tropical en medio de un día frío.
Ella sonrió y fue feliz. Solo le bastaba su cercanía para saberse llena. Porque cuando uno ama acepta al otro tal cual es. Con virtudes, defectos, heridas y cicatrices. Entonces ella exclamó: -No sé UD pero yo lo recuerdo a cada instante, lo extraño y aunque lo necesito en mi vida, sólo lo alejé para cuidarlo de este loco corazón que lo adora con la vida y que nunca supo entender su cariño. Entonces el viento le acercó una hoja donde decía: "yo también te quiero". Cartas al viento
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Enrique Gonzlez Matas
Me ha gustado este breve relato de logrado sentido poético.
Un abrazo de tu amigo reciente.