ecos en las montañas
Publicado en Jan 13, 2018
Prev
Next
La mañana era fría y tranquila, el cielo estaba nublado, eran mediados de invierno en aquella ciudad llamada Caliri. Jack era un joven de 18 años, con la piel pálida y pelo blanco como la nieve, sus ojos azules zafiro que tenían una mirada penetrante. Tenía una sudadero negra sin ningún estampado, y unos pantalones azul marino y  tenis blancos. Se encontraba dentro de un automóvil Tsuru color azul marino con una etiqueta del hospital psiquiátrico “NUEVA VIDA”. Al cumplir los 18 años tenía que dejar el hospital y si el diagnóstico era terrible tenía que pagar por quedarse ahí. el diagnóstico cuando tenía 13 años era el siguiente: “sufre de esquizofrenia, es agresivo, está en estado de shock y muy alterado, tiene actitudes asociales, se le debe colocar sedantes que he dejado anotados en el recetario que se encuentra en su habitación 34-b.” durante meses los doctores intentaron hablar con él, pero no conseguía el éxito así que algunos simplemente lo ignoraron, su caso era el más pesado que tenían los médicos que entraban al hospital, pero un verano la doctora Alicia Montoya llegó al hospital las cosas cambiaron para Jack. Ella era paciente y rápidamente se relacionó con él. era una mujer de 34 años muy amable, siempre vestía con faldas y rara vez la veía uno con pantalón, ella lo apoyo y ayudo, lo acompañaba a tener paseos por los jardines, conversaban de cualquier cosa, y Jack fue mejorando, distinguía cuando algo era una alucinación. Tomaba sus medicamentos, se adaptaba al trabajo de la doctora.
 
Alicia: escucha Jack, ahora vivirás solo pero eso no quiere decir que ya no me hablaras, seguiremos mensajeando para seguir nuestro proceso. Me puedes marcar cuando sea ¿entiendes?
 
Jack que veía el paisaje de pinos frondosos, volteo a ver a su doctora que conducía. Ella llevaba un traje rosa palo y zapatillas blancas, su pelo largo iba amarrado en una media cola. Su piel blanca, siempre le gustaba los aretes pequeños y en esta ocasión llevaba unos blancos.
 
Alicia: ¿me escuchaste?
Jack: (asintió) si
Alicia: comenzaras de nuevo.
Jack: gracias. Por todo.
Alicia: no me agradezcas
Jack: usted confió en mí, me tuvo paciencia, me ayudó antes y lo sigue haciendo.
Alicia: me siento agradecida, has progresado como nunca lo había visto.
Jack: (suspiro) tengo miedo.
Alicia: no temas, has estado progresando, tener miedo es normal, es algo nuevo para ti y eso no significa que sea malo, además tendrás vecinos creo que tienen la misma edad que tú, según escuche  ellos van en vacaciones. Así podrás socializar.
Jack: creí que estaría solo. (Un poco preocupado)
Alicia: tómalo con calma Jack son buenos chicos, nunca te enviara a un lugar donde la gente sea mala.
Jack: ¿compartiremos la cabaña? ¿Cuántos son?
Alicia: cada quien vive en una cabaña, son como 15, amigos todos.  La cabaña en donde vivirás es más grande que las demás.
Jack: doctora, no creo que venir aquí haya sido buena idea.
Alicia: ¿por qué lo dices?
Jack: en el bosque hay una mujer que nos ha estado siguiendo desde hace 20 minutos.
Alicia: (suspiró) Jack todo está bien ¿de acuerdo? una vez me dijiste que los muertos no pueden herirte físicamente como los vivos, una de las razones por las cuales nos llevamos bien es que yo entendí de que no tienes esquizofrenia como otros dicen. Yo sé que puedes ver lo que nosotros los comunes no percibimos. Por ejemplo ¿te acuerdas cuando te pregunte por que tenías moretones y cicatrices en tus brazos?
 
Jack asintió.
 
Alicia: me dijiste que los muertos son como el viento, lo puedes sentir, si eres atento lo verá y escuchará sus plegarias, pero nunca podrá herirte, por ello no les debes temer. No tengas miedo Jack.
Jack: tiene razón. Solo tenga cuidado al regresar al hospital. Disculpe los chicos que están en las cabañas ¿también fueron sus pacientes?, ¿o ellos son normales?
Alicia: tú también eres normal, pero no, ellos no son pacientes, son estudiantes de Inglaterra que vienen aquí a tener fiestas.
Jack: gracias de nuevo.
Alicia: dentro de unas semanas es el aniversario de tus padres, si quieres puedo acompañarte a el cementerio y llevarles unas bonitas flores.
Jack: (sonrió) de acuerdo, la estaré esperando.
 
Llegaron a una cabaña de dos pisos bastante hermosa para el punto de vista de Jack, los pinos eran tan grandes que pareciera que cubrirán la casa.
 
Alicia: ¿te gusta?
Jack: me encanta su casa es muy bella.
Alicia: ahora es tuyo, Jack todo lo que esté ahí adentro, es tuyo. Es mi regalo porque cumpliste 18 años.
Jack: ¿está bromeando?
 
 
 
Al entrar se maravilló tras ver los muebles en perfecto estado, todo a su alrededor era tan elegante, se sentía tan acogedor, el olor a humedad se hacía presente pero no lo  incomodó “con una buena limpieza todo quedara perfecto” todo era una combinación de azul marino, negro y blanco, le agradaban los colores, tan tranquilos, nada llamativo, subió las escaleras de madera en forma de caracol bastante modernas para él, siguió hasta que se encontró con la segunda planta de la cabaña, el pasillo era un café más leve, había 7 puertas de color negro, sin embargo la puerta color blanca le llamo la atención, pes el borde tenia detalles muy agraciados, al entrar sonrió y supo que sería su habitación. “es tan perfecto que parece un sueño” lo que más le emociono es que había una carta en el borde de la cama lo cual, rápidamente abrió: “sabía que escogerías esta habitación, se parece a ti, única, tiene la mejor vista, feliz cumpleaños Jack”
Se fijó por la ventana negra que se ubicaba a dos metros de distancia de su cama, se parecía un poco a la que se encontraba en la puerta, solo que era más amplia y parecía ser estilo barroco, al mirar por ella se dio cuenta de que se observaba  el rio, dirigió su mirada a la derecha y observo a la mujer que hace rato lo seguía a él y a su doctora, se sintió un poco aliviado de que no siguiera a su doctora. Bajo de prisa y tomo la bufanda de su maleta gris, se la envolvió bien por todo su cuerpo, aunque él no podía sentir molesto el frio, de todas formas se tapó.
Al salir solo le tomo cinco minutos llegar al rio, había niebla en el, era cristalino y extenso, se dio cuenta de que lo engañaron “esto no es un rio, es una laguna, ¿Dónde me quejo por engañarme?, ¿tendré que firmar un formulario donde exija que no confundan rio con laguna?”
Aquella mujer parecía no haber notado su presencia porque ahora miraba fijamente la laguna, Jack dirigió su mirada a él y encontró un papel florando, cuando miro había donde se encontraba la mujer ella no estaba, supuso que debía recoger aquel papel, se tuvo que arrodillar para alcanzarlo, al levantarlo se veía algo grabado, enfoco su vista y decía “help me”. Un sudor frio se hizo presente en la cara de Jack cuando sintió que una mano envolvía su brazo y lo sumergió con él. Mientras luchaba por salir vio que estaba la mujer hundida con el, con esos ojos sin brillo cuando mueres, con esos ojos que te invitan a ver el fondo de su atormentada vida, miro los ojos y al cabo de unos momentos salió de prisa, corriendo se dirigió a su casa. Cerró con seguro las puertas y se dirigió al baño. El agua estaba caliente pues había prendido su boiler antes de salir, se metió a darse una ducha con agua bastante caliente, cosa que no le agradaba mucho a Jack, de donde el venia el calor era insoportable, parecía que era como correr un maratón con una temperatura de 50°, lo peor era cuando tenía que soportar que los espíritus le dieran sueños aterradores, el sudor ya lo había molestado, pues  ya eran bastante incomodos y bochornosos como para preocuparse por el agua. Pero supuso que el agua de la laguna estaba tan fría que por hoy el agua la sentía exquisita. Cerró los ojos por un momento, recordando lo que había pasado: al sumergirse vio lo ojos de aquella mujer sin vida, eran marrones y penetrantes, intento apartar la mirada pero la tentación le gano, como cunado sabes que lo que harás es una travesura grande pero la tentación es más grande y lo haces, bueno al mirarla ocurrió lo mismo, pues pudo ver la vida dela mujer en menos de 10 segundos, se veía que era una mujer respetada por su marido e hija de 8 años, de repente lo que parecieron recuerdos hermosos se convirtió en algo terrible, era la escena de ella siendo violada y asesinada, para después el violado arrojara su cuerpo sin vida a la laguna. Aquel hombre debería tener cinca años más que la joven, se fue de la escena sin prisas y las memorias desaparecieron.
Cuando volvió a abrir los ojos cerró el agua caliente y salió. Se vistió casual y tomo  dinero de su billetera café. 
Al salir noto que las cabañas parecían vacías pero no le tomo mucha importancia y camino durante 10 minutos para legar a la parada de autobuses. “no puedo ayudarla como me gustaría porque me dirán loco de nuevo”. De repente una voz oscura resonó dentro de su mente “tú sabes que si puedes ayudarla, solo que te da miedo, porque sabes cómo seria, solo tienes que dejar que yo lo haga”
Pov
Me sentí agitado por sentir que mi cuerpo se tensaba, las voces de mi cabeza siempre habían sido positivas de cierta manera cuando estuvo solo, en el hospital, se sentía terriblemente solo. Los doctores decían que yo mejoraría con medicamentos, no me escuchaban. A veces, durante las sesiones mis voces se callaban, me susurraban palabras de aliento, pero cuando era distante es cuando la voz mas fuerte me decía cosas negativas, me decía que había una manera de salir se ese lugar. Cuando llego la doctora aquella voz me susurraba que no debía contar sobre las voces, debía comportarme, el me dejaría si yo cumplía, y lo hice. Logre engañar a mi doctora, ahora lo único con lo que tenía que lidiar eran esos muertos sin un lugar a donde ir, almas que vagaban en los hospitales, llorando, susurrando, pidiendo perdón, queriendo salir de ese lugar que les había dado muerte. Al principio fue fácil aparenta que todo estaba bien, las voces se habían callado, por fin dormido tranquilo. Ahora sentir que aquella voz regresaba a mi mente, me aterra, esa voz era astuta, pero sus intenciones son oscuras.
Me detengo un momento a recuperar el aliento, un sudor frio me recorre la cara y  lo limpio con mi sudadera azul, al darme cuenta el autobús está a unos metros de distancia y subo, tratando de tranquilizarme.
Jack: voy al mercado ¿Cuánto es?
Chofer: son cinco pesos.
Jack le pago y tomo el asiento más cercano al chofer, la vista de pinos cubiertos de escarcha le agrado durante el trayecto. Continúo observando el paisaje hasta que su mente comenzó a divagar.
“esa mujer vino a mí por una razón”, “tienes que ayudarla, eres el único que puede verla” “no la abandones”, “sabes lo que le ocurrió”, “aléjate”, “ya no te metas en problemas”,
”Tienes que matarlo” – me susurra aquella voz a la cual yo le temía.- “no me temas, sabes que es necesario”- me tenso y dirijo la mirada hacia otro lado. Done los tres pasajeros y el chofer no puedan ver mis expresiones. – “no tienes que temerme, siempre te he cuidado y advertido de todo lo malo que hay haya afuera”.
 
“solo déjame en paz”- es lo que digo en mi mente- “no quiero volver a oírte”.
“¿crees que puedes mandarme?- aquella voz me respondió con un poco de enojo- “esa mujer esta angustiada”
“no es nuestro problema, solo olvídalo”- mi cabeza comenzaba a doler un poco.
“eso es lo que te dice la doctora ¿no?... solo olvidar, a mí no me puedes engañar, somos uno mismo”- en ese momento la voz se calló.
 
Mire al conductor y le pregunte: ¿por qué los autobuses no suben hasta las cabañas?
Conductor: hace años los autobuses subían a las cabañas pero hubo un accidente por las montañas, 4 autobuses desaparecieron, nadie sabe dónde están, hubo todo un lio por allá arriba, para evitar otro incidente, ya llevamos 6 años sin subir y afortunadamente ya no ha pasado nada extraño. Lo que diez minutos de trayecto pueden hacer ¿no?
Jack: ¿Queda muy lejos la ciudad?
Conductor: como unos 50 minutos. Debes tomas dos autobuses, el otro lo encuentras en la plaza central.
Jack: gracias.
Conductor: ¿eres de las cabañas?
Jack: si, acabo de llegar hoy.
Conductor: ¿por las vacaciones?
Jack: no. Estoy aquí para quedarme.
Conductor: han pasado unos 14 años desde que alguien se muda aquí. Espero que te vaya bien muchacho. Aquí es el supermercado más cercano.
Jack: gracias. – baje de prisa de aquel autobús y me dirigí al supermercado. Era una extensión de terrenos de unos 800 m2
No era la mejor estructura que había visto, peo al menos era aceptable, dentro encontró cientos de artículos comunes y necesarios para él, tomo el carrito del supermercado y comenzó a tomar las cosas que necesitaba, carne, verdura y frutas. Probablemente se tomó unos 40 minutos en encontrar lo que necesitaba. Se dirigió a la caja.
Ante él, estaba el trabajador, canoso, con unos lentes negros muy pequeños, una  blusa que usaban los vaqueros y jeans. Ante él estaba…. El asesino… el violador. Su corazón parecía detenerse, contuvo la respiración. Aquel hombre empaqueto sus cosas con velocidad, y lo miro.
-          Hey! Que cabello más extraño ¿es natural?
-          (asintió)- las palabras no las podía formular.
-          Me llamo Patrick, soy dueño de la mansión que está a 5 calles, cuando quieras eres bienvenido
-          Gracias…
-          ¿Cómo te llamas?
-          Mm…Jackson
-          Que gusto… ¿aquí de visita?
-          (asintió)-le dio un escalofrío- ¿Cuánto es?
-          Son quinientos pesos muchacho.
-          (saco el dinero de su billetera, en eso momento agradeció tener el billete exacto para marcharse, tomo sus cosas y se dirigía a la salida)
-          No deberías andar solo por ahí, este es un lugar oscuro, cuídate muchacho.
 
Salió a una velocidad exagerada si bien lo pensaba el, pero un pánico se apodero de él, se acercó lo más rápido a la cabaña donde vendían relojes, compro uno color café para su cuarto y otro negro azul rey para su sala, antes de irse vio un reloj con correa. Uno sencillo que le ayudaría a medir su tiempo cuando saliera de su casa. Ya estaba más calmado y camino despacio a la  parada de autobuses. Pago y se fue al fondo de este, agradeciendo mentalmente por que estuviera completamente libre de pasajeros.
Sintió una brisa helada y volteo.
 
-           Hola.- le saludo aquella mujer que había visto en el lago-.
-          Hola-susurro- ¿Qué necesitas?
-          Sabes lo que me paso…
-          Sí, pero  no puedo ayudarte, la policía jamás me va a creer. Me dirán loco.
-          Tú lo viste. Yo te vi, en ese coche del hospital. Creo que loco ya te han dicho.
-          ¿El señor del supermercado?,
-          Si, ese bastardo fue.
-          Lo lamento, pero no puedo ayudarte. además es un nuevo inicio, no voy a estropearlo.
-          No pido nada extraordinario. Solo pido un poco de luz. En tres días es el cumpleaños de mi hija.
-          Tendrás tu veladora en tres días. Solo así te puedo ayudar.
-          Gracias. Cuídate de él, no te acerques. Aléjate.
-          Si.
-          Lamento mucho que te sumergiera a la laguna, pero de verdad necesitaba ayuda y estoy desesperada.
-          No hay problema.
-          Adiós Jack. Aquí bajas cariño. (después aquella mujer se desvaneció lentamente)
-          “¿no vas a ayudarla?, tú lo viste…. Sabes quien la mato…. ¿Qué esperas para matarlo?”- le hablo su voz interior- no puedes ignorarla, sabes que ese infeliz te podría atacar si no lo eliminamos….
-          Eliminarlo?-dijo en su interior-
-          “Si, juntos, yo te puedo ayudar”- le susurro-
-          Pero…
-          “Si me dejas… podría ayudarte, nadie se va a dar cuenta”
-          No puedo hacerlo…
-          “No lo harás solo… yo estoy contigo…siempre lo he estado”…
-          Pero…
-          “Solo tenemos que matarlo”….
Notó que estaba en la última parada y bajó de prisa, caminó por aquel paisaje tan tranquilo. Era relajante saber que no se había encontrado a ningún vecino por ahora, sería un poco incómodo para él, así que se sentía con la seguridad de llegar a su casa, le dio un poco de risa el saber que ahora era su hogar, y también el que le incomodara más estar con muertos que con vivos. Tal vez porque no pueden herirte físicamente como los  vivos. Como cuando él se lastimaba intencionalmente, sus brazos tenían marcas, pero ahora estaban bien, las heridas físicas sanaron, pero las mentales no podían cerrarse en meses.
Su recorrido le hizo acordarse cuando la doctora Alicia lo llevo por primera vez a los jardines del hospital, era un paisaje tan cálido, relajado y placentero, lleno de color, árboles frondosos, tan grandes. Las horas se sentían tan lentas, como si el tiempo no avanzara, las pláticas no eran incomodas con su doctora, porque ella no insistía tanto como los demás, ya que Jack siempre le contaba lo que ocurría, siempre fue sincera y su presencia era reconfortante, cuando sus padres murieron ella lo escucho y espero a que Jack pudiera contarle. Cuando le mostro su estante lleno de libros y dibujos a Jack le impresionaron y se maravilló. Pero no todo fue tan fácil, aquellas voces en su mente y los ecos de espíritus vagabundos advirtiéndole de que la doctora solo quería engañarlo, utilizarlo, era en esos momentos en los que se ponía distante, callado e inseguro, durante las sesiones tenía la mirada perdida, a veces el miedo se reflejaba  en su cara, moviendo sus dedos ansiosos y viendo el reloj esperanzado de que las sesiones terminaran. Se sintió estúpido de temerle a algo que no le pega, pero tras años de estar encerrado se dio cuenta que el mayor problema al que se puede enfrentar unos es que su mente le desobedezca, lo ataque, lo torture, no poder escapar a su subconsciente para calmarse del mundo que lo rodea. “maldita mente traicionera”, “maldito lugar, que me sofoca”.
Su respiración era entrecortada después de recordar eso, supo que ya no estaba en la clínica y estaba feliz, así que cruzo el puente de prisa que conectaba  con las cabañas, vio unos jóvenes de su misma edad afuera de las otras cabañas, tenían bolsas del supermercado y platicaban muy alegres, no les tomo mucha importancia, quería entrar a su hogar lo más pronto posible. Se sintió algo tenso, pues sentía que lo observaron, pero no volteo, abrió la puerta y cerro rápido. Al dejar las bolsas en la mesa del comedor se dirigió al baño para enjuagarse con agua fría. Se vio al espejo un poco sofocado y cansado como si hubiera corrido un maratón, sabía que estaba sudando levemente, recordar momentos del hospital lo alteraban, aunque sabía que tenía que controlarse, el no volvería ahí, se sentía atrapado como si fuera un ave con alas exóticas, cuyo destino es emprender un vuelo por lo alto de los cielos, y de repente al intentar volar ser atrapado y enjaulado, condenado a admirar el cielo azul e infinito, sintiendo enviada de las otras aves que son libres, anhelando volar y ser feliz, cantos donde suplicaría ayuda, maldiciendo sus alas, que aquel que lo atrapo sufriera tanto como el, la impotencia siempre estaría con el ave, porque nunca se adaptaría a estar encerrado, y finalmente se desvanecía en la soledad y olvido.
 
Jack no lo quería eso, él lo sabía, siempre lo supo, el intento aparentar que estaba bien fingir, era lo mejor que sabía hacer, practica, estudio, aprendió a parecer alguien normal, siempre se siente culpable por ocultarle la verdad a veces, pero sabía que no tenía otra opción, pues sino nunca hubiera salido del hospital, no tendría su libertad, era mejor fingir que era inocente y distraído, ya que sería obligado a regresar. Sonrió para sus adentros. “solo llevo aquí un día y mi mente se descontrola”. Se secó rápidamente la cara y volvió a mirarse al espejo encontrando sus ojos celestes, tenía la mirada fija en él, como si supiera que no podía engañar a la gente con esa sonrisa otra vez. “estoy bien”. Respiro hondo y cerró los ojos. “tengo que calmarme, estoy bien”. Al abrir los ojos su cara reflejaba unas facciones más relajadas, serenas. Y con una sonrisa salió del baño directo a la cocina.
 
Sonrió ampliamente al sacar su comida del horno, era un pedazo de carne con papas gratinadas con queso manchego, se había hecho un jugo de limón con pepino y se puso  a comer.
Termino de comer en 20 minutos sin prisas, saboreando su comida, sonrió para sus adentros pues recordó que su doctora le enseño a cocinar cuando los demás pacientes dormían, algunas cocineras lo sabían y disfrutaban su compañía, siempre aprendió rápido. Al terminar limpio la mesa y lavo los platos, estaba por irse a su habitación pero noto la computadora del escritorio de la sala. Era una ACER negra y de unas 18 pulgadas.
Comenzó a personalizarla, con contraseñas que solo el entendería, no es que tuviera nada que ocultar, pero a veces la gente debe ser muy precavida, lo aprendió en el hospital, “hay que cuida lo que nos pertenece, porque si no alguien que no tiene nada nos querrá quitar la única cosa que nos mantiene un poco cuerdos”,
-escucha Jackson aquí todos estamos algo locos, pero no totalmente, pues aun en nuestros peores momentos recordamos algo que es verdad. Algo en nuestra alucinación es verdad. Solo que a nuestra mente le gusta exagerar. – Le dijo un hombre de 30 años, delgado y con marcas por todo su cuerpo, estaban sentados en la banca del jardín del hospital-.
-Aunque sea cierto lo que dices, nadie nos cree, solo nosotros los locos. Estamos condenado a vivir de esta manera.es nuestro destino Carl.- dijo un poco cansado-.
- hablas como si fueras mayor- sonrió alegremente-.
- a veces nuestras voces parecen ser más maduras de lo que somos. Creo que es una ventaja- le respondió con simpleza-.
-solo no dejes que tomen decisiones por ti todo el tiempo- se levantó de su lugar- porque cuando quieras tomar tus propias decisiones ya no lo podrás hacer.
 
Jack había terminado de configurar su computadora y encontró un correo en la bandeja principal, arqueó  la ceja y entro, encontró un correo sencillo con su nombre, al ver la bandeja de entrada encontró un mensaje de su doctora.
“hola Jack, espero y te estés adaptando al lugar, es un lugar tranquilo, créeme. Se me olvido informarte que ahora tienes una cuenta, tienes que ir por tu tarjeta de crédito lo más pronto posible en recogerla, el número es 055613744823 al nombre de Jackson Whitaker. Hay una plaza en la ciudad donde puedes activarla, en ella hay $30 000, cuídalos, puedes usarlos mientras encuentras un trabajo, puedes sacar dinero en pequeñas partes. Me tengo que ir por que la actividad en el hospital ha estado un poco elevada, todos te mandan saludos y bendiciones. Si tienes algún problema no dudes en hablarme.”
Se sintió tan abrumado, era mucho dinero, ¿de dónde?, ¿por qué le había dado tanto?, estaba feliz, quería escribirle su agradecimiento pero su doctora, pero el mensaje decía que estaba algo ocupada. Suspiró y cerró la computadora. Se dirigió a su cama y se dejó llevar por la tierra de los sueños.
La noche fue agitada para Jack, se terminó despertando  las 3:45 a.m. empapado de sudor, su cuerpo estaba tenso por el miedo que había experimentado en su sueño, encendió la lámpara que se encontraba a su izquierda y se quedó inmóvil por unos segundos, sus ojos recorrían la habitación, sus dedos débilmente acariciaron la cama, aliviado de que todo fuera un sueño se levantó y se fue a la sala. Encendió su computadora y entro a una página pornográfica, nunca antes lo había hecho, pero si había escuchado a pacientes gritar por los pasillos los nombres de algunas páginas, deambulando y hablar solos sobre fantasías, en la sala de arte había muchos dibujos escondidos en el almacén sobre posiciones sexuales. Su compañero de cuarto Alfonso le decía que alguna vez tenía que verlo y no avergonzarse.
-          Es algo que la mayoría de los  chicos y chicas ven en su vida- le dijo alegremente- no te tiene que dar pena, al contrario la autosatisfacción es muy placentera. Aunque no te puedo negar que alguien 3d es mucho mejor que los videos.
-          ¿Cómo dices que se llama?
-          Pornografía amigo. Pornografía.
-          No creo que aquí se pueda ver.
-          No, te imaginas! Huh! Yo hubiera visto miles. Eso estaría bien. Tal vez así lograra calmarme.
-          Supongo.
-          Eres muy joven +, de hecho, me considero un pervertido por contarle está a un joven de 15 años, pero al menos sabrás que significa y no te tomaran por estúpido.
-          Si. Tienes razón.
-          No te preocupes, cuando salgas de aquí probablemente o eso espero  te eches una manuela por mí. ¿sabes lo que significa no?
-          Si, ya me lo habías dicho- un poco apenado-
-          No te avergüences, solo espero y no seas gay, no es malo, pero no quiero que me dediques una con un hombre. Si lo vas a hacer hazlo con una nalgona de esas que me gustan a mí. Aunque interrumpa tu orientación sexual por unos minutos.
-          No soy gay!
-          Ah…. Entonces eso está perfecto ¿no crees?
(Presente)
Jack estaba viendo unos cuantos videos, ninguno que llamara mucho su atención, parecían tan falso, lógico de estas páginas, las chicas eran muy bellas, pero podía autosatisfacerse, era como si no sintiera nada. Comenzó a masajear su miembro y fue aumentando la velocidad, pero no pasaba nada, se sintió un poco frustrado, “esto no me ayudara a dormir”.
Fue entonces que cuando iba  abrir otro video entro en otra totalmente distinta, en ella aparecía una nota roja de algún periódico; encuentran a mujer de origen mexicano  en el desierto, violada y asesinada a las 9 p.m. de ayer. Autoridades sospechan que fue quien lo llevaría a la frontera, se encontró su cuerpo dentro del camión y sin huellas del asesino. No hay pruebas de semen, pero espera encontrarlas en el vehículo. El gobierno de México pide todas las pruebas necesarias, abra una junta con el presidente de México y estados unidos para tratar el caso mañana por la tarde 4p.m.
Las imágenes se encontraban claras en internet, la mujer estaba muy golpeada, su ropa interior debajo de las rodillas, tenía la mirada apagada, sin brillo, claramente había llorado, la fotografía de sus manos había indicado que había luchado en vano. Pero luchado. Y ese fue el detonante para Jack, se masturbo mientras veía las fotos, la última imagen lo había llevado a su límite y termino corriéndose bruscamente. Respiraba con dificultad y vio su computadora. El terror lo invadió y la cerro de prisa. Se dirigió al baño a limpiarse, se sentía aterrado de él. “me masturbe con una muerta”.
“pero nos gustó Jack”-hablo una voz calmada dentro de su cabeza- talvez deberíamos hacerlo luego.
Pov
Me acosté en mi cama un poco intranquilo, estaba temblando ligeramente, quería dormir y olvidar, pero al cerrar los ojos en mi  mente las imágenes de aquella mujer sin vida seguían presentes. , me sentía mal por lo que le ocurrió pero entonces recordé lo bien que se sintió,  era una sensación extraña, verla tan… dios soy un enfermo. Nunca debí salir del hospital. Soy repulsivo.
-          Pero que bien se sintió – aquella voz oscura resonó en mi mente- ¿acaso me lo vas a negar?
-          Yo. No lo hare- es lo que dijo en mi mente- no lo hare más.
-          No puedes engañarme, soy parte de ti, te conozco.
-          No me conoces, solo mientes, largo de mi cabeza.
-          Soy tu verdadero yo, soy como tú, se lo que piensas, lo que sientes, lo qué quieres.
-          No sabes nada de mí…
-          Yo lo sé  todo de ti, somos uno mismo- grito- ¡tú y yo nunca nos vamos a separar! ¡Entiéndelo! ¡Nunca me vas a alejar!
-          ¡Déjame en paz!- grite. Notando que hacía eco en mi habitación pero no me detuve.- deja mi mente, es mía… no te pertenece…
-          ¿crees que puedes decidir?, ¿Qué vas a hacer?, ¿Quién te va a ayudar? ¿tomaras medicamentos? Ya sabes lo que pasa cuando lo haces…. Tu y yo lo sabemos... no soy tu enemigo… - me susurro lentamente para que pudiera gravarme esas palabras, él tenía razón, no podía tomar medicamentos- no puedes dejarme, y aunque me lo pidas no lo hare.
-          Yo…. Ya no puedo… - mi voz era tan débil como un susurro, pero no importaría que gritara, pensara o susurrar; aquella voy siempre me escucharía.
-          No tienes que hacerlo solo Jack- me hablo con un tono más calmado-.
-          ¿no?- sé que no debo hacerle caso, pero en estos momentos necesito una mentira piadosa-.
-          No… puedes confiar en mí, sabes que de todas las voces, muertos o tu doctora, yo soy el que realmente te conoce, nadie más… yo se tus pecados… tus fracasos... tus triunfos… los que has hecho… no puedes dejarme… tu solo tienes que confiar en mí.
-          Yo…
-          ¿confías en mi Jack?-me preguntó más calmado, como si nunca hubiéramos gritado-
-          Si.
-          Entonces déjame estar un momento en ti…
-          Pero… ¿qué vas a hacer?
-          ¿confías en mí?, no te hare nada malo…
-          Está bien, pero no salgas de la casa ni llames la atención de los vecinos.
-          No te preocupes… yo voy a arreglar todo esto…
-          Está bien.- con eso cerré los ojos y sentía como iba durmiendo, aquella voz tomaría el control de mi cuerpo, yo estaba cansado, me permití por un momento creer en las voces, algunas me gritaban que era un error, otras decían cosas sin sentido, pero no le tome importancia. solo dormí. O eso es lo  que sentía-.
 
 
Me desperté y el cuerpo me dolía, me acerque a el espejo de cuerpo completo que estaba en mi cuarto y  note que no tenía camisa, en mi pecho había un gran moretón, mi manos estaba sucias y aparecieron marcas como si me hubiera golpeado con la pared “mierda, le dije que no quería tener marcas”. Me sigo viendo en el espejo y me inquieto. “ahora estas muy callada perra”. Suspiro y me meto a bañar, no tiene caso enojarme, aquella voz no me quiere hablar, tal vez sea lo mejor, algún día me dirá que mierda hizo mientras yo estaba inconsciente. Al salir de bañarme aquella mujer de la laguna  estaba sentada en mi cama, viendo hacia la ventana. Me tense y trate de hablar pero ella fue más rápida. Aun sin dirigirme la mirada comenzó a hablar.
 
-          Gracias. – me dice con un tono calmado-.
-          ¿Por qué?- le pregunte algo desconcertado- aun no pongo la veladora hoy ira a comprarla.
-          Se lo que hiciste- me dijo con simpleza- yo te vi.
-          ¿de que estas hablando?- le pregunto algo preocupado- no sé de qué hablas.
-          Anoche estaba en la laguna, danzando con el viento, llorando de tristeza y felicidad. Porque por fin podría ver a mi hija. – me miro entonces-.y entonces te vi. parecías otra persona, no me pudiste ver tal parece. Así que te seguí…
-          “¡que mierda hice!”
-          Ya no necesito la veladora… ahora puedo ver a mi hija cuando quiera… por eso vine a agradecerte.
-          Yo… ¿Qué fue lo que hice?
-          - me miro por unos segundos como si fuera a acomodar sus ideas, pero entonces me sonrió cálidamente- nada malo cariño, nada malo. Solo recuerda que me has ayudado. Y eso es lo que importa. Ya no te molestare. Supongo que eso está bien ¿no crees? Cuídate mucho Jackson.
-          ¿Cómo sabes… que paso?
-          Cariño- se acercó a mí y me toco el pecho y me susurro al oído con esa voz dulce que en algún momento tuvo en su vida humana- tú me salvaste. Solo eso necesitas saber.
-          Por favor… tienes que decirme que fue lo que paso ayer…
-          - me miro con esos ojos profundos sin brillo y me dio un beso helado en la mejilla izquierda- tu ayer Jackson fuiste todo un caballero. Fuiste mi caballero de la justicia, con tu armadura de plata rescataste a la princesa de las garras del rey malvado. Para que yo pudiera vagar por las praderas de la libertad.
-          Yo… no entiendo…
-          Pero el sí. – entonces se desvaneció de mi habitación-.
-          ¿Qué mierda fue lo que hice?...no…. ¿qué mierda fue lo que hiciste?- dije casi en un susurro, mire mis manos y un escalofrío recorrió mi cuerpo- ¿Qué paso?
 
Me pongo ropa de lo más común, unos pantalones oscuros y camisa negra y unos tenis negros Nike. Bajo a prepararme el desayuno, algo ligero, casi sin importancia, sigo reflexionando las palabras de aquella mujer. Me duele la cabeza. No recuerdo nada. Al terminar me froto con las manos la cara. Estoy agotado y fastidiado. Me acerco a la computadora y no hay nada interesante. Sinceramente no quisiera usarla, me trae malos recuerdos. Pero no sé qué hacer. Tengo un mal presentimiento. Miro mi casa y decido apagar la computadora. Busco artículos de limpieza y comienzo a limpiar la sala y cocina. Termine d limpiarla en 3 horas, ahora todo estaba reluciente y olía bien. Cuando iba  air a los demás cuartos note que había una puerta en el suelo. Dejo las cosas y busco la llave, la encontré después de un rato en un cajón de la cocina. La abrí y el olor a humedad salió, era estrecho y oscuro. Baje lentamente las escaleras con un poco de miedo. Al llegar al final de las escaleras había un interruptor. Al encenderlo casi vomito. En el fondo de la habitación se encontraba el cadáver del señor  Patrick. Estaba tan golpeado y tenía un corte en la garganta. Mi respiración era agitada y mi cuerpo comenzó a temblar. Quería correr, pero mis piernas no tenían fuerzas, me sentí aterrado, mi pecho me dolía y mi visión era borrosa, como si no pudiera ver bien. Como si estuviera mareado. Quería gritar, pero mi voz parecía escaparse. Lo único que podía sentir eran mil latidos acelerados.
“no supe donde esconderlo”- me susurro aquella voz-“no te enojes conmigo, solo que no sabía en donde dejarlo”.
Quería decirle de que estaba hablando, quería reclamarle, pero no podía hacer nada, el pánico se estaba apoderando de mí.
“él se lo merecía Jack… lo merecía… mira como estaba feliz aquella mujer… hicimos lo correcto”.- me susurraba.
Mis otras voces me hablaban más lentamente, algunas con frases de aceptación, unas atemorizadas, de preocupación. Pero todas  decían las mismas preguntas al final. “¿Qué vamos a hacer ahora?, ¿qué pasa si lo buscan?, ¿cómo lo lleve aquí?
“él lo merecía, debemos esconderlo, lejos de aquí”, “se nos acaba el tiempo”, “¿Por qué lo hice?, ¿iremos a prisión?
-          “no, no iremos a ningún lado”- dijo la voz oscura- “tenemos que esconderlo”
-          (las otras voces comenzaban a opinar) - ¿Dónde?, nos atraparan, que estúpido, encontraran el cadáver y nuestras huellas, nos van a encerrar, nos medicaran, ¿Qué vamos a hacer?, ¿esto es un sueño?
-          “Tardaran en subir a las cabañas, tenemos tiempo de ver donde lo dejaremos”
-          *la policía vendrá, no conocemos el lugar, estamos perdidos, ¿Por qué lo hiciste?, le prometiste no salir de la casa, debemos escapar de aquí…
-          “no, arreglaremos todo esto”
-          *¿y cómo lo haremos? Tenemos vecinos… ellos pueden saber… ellos ya llamaron a la policía y están detrás de nosotros… nos van a encerrar otra vez.
-          “no han llamado a nadie, no estaban. Aun no llegan. Tenemos tiempo.
-          *¿entonces qué hacemos?
-          “Vayamos a la ciudad… tenemos dinero ahora… y veremos donde arrojarlo”.
-          Debemos arrojarlo a la laguna- dije, mi voz templaba- .
-          “ahí lo encontraran”
-          Esto es tu culpa!!!, mira lo que hiciste!, ahora tenemos un muerto , la policía nos va a descubrir si se queda aquí!!, nunca debí confiar en ti… eres un enfermo -grite enojado, mi voz era dura, estaba enfadado.
-          “No me culpes de esto… yo no soy el enfermo… ese eres tu…”
-          Que mierdas estas  diciendo…
-          Tú querías matarlo o ¿me lo van a negar?, tú querías eliminarlo. Sabias lo que pasaría y aun así me aceptaste.
-          Eso es mentira no quería que muriera.
-          Si lo querías, y yo solo lo hice por ti… ahora hay que deshacernos de él.
-          Esto no debería estar pasando- exprese enojado-
-          Pues admítelo… te gusto… te gusto hacerlo... lo disfrutaste tanto como yo. 
-           No es verdad.
-          Somos asesinos Jackson. No puedes negarlo. Y eso está bien. ¿O ya olvidaste a Jennifer? Todo lo que hago, lo que hacemos… está bien Jackson. Será nuestro secreto… solo tenemos que enterrarlo lejos de aquí… 
 
 
Al salir para tomar un autobus y recoger mi tarjeta de credito una pregunta resono en mi mente.
¿como lo hice?  
Página 1 / 1
Foto del autor Natalia
Textos Publicados: 6
Miembro desde: Jan 13, 2018
4 Comentarios 479 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Jackson Whitaker es un joven de 18 años que ha salido del hospital psiquiátrico. se ha mudado a las cabal¿ñas de Hallfrost. la aparición de una mujer perturba las voces que por años se habían mantenido calladas. instintos que ha tenido oculto pueden salir a la luz.... en la cabañas solitarias la mayoría del año... se dice que se escuchan los ecos de las victimas de la justicia.

Palabras Clave: asesinos. dementes. escenas violentas. suspenso.terror

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



Comentarios (4)add comment
menos espacio | mas espacio

Luis Alejandro Rodrguez Sotres

Leí la primera hoja, pero al leer el comentario de luis jos vi que no está finalizado. Cuando lo subas lo leo, pues está atrapante.
Responder
January 16, 2018
 

Natalia

hola. con gusto espero subir mas capítulos, lo que pasa es que sera extensa. Ya escribí la continuación, esta en mi perfil. por fin empiezo a adentrarme en los crímenes en la historia. por si gustas leer el primero :)
Responder
January 17, 2018

luis jos

Natalia!!! Bienvenida a la pàgina .. me tomò un poco leer tu historia! pero me gustò mucho! tiene segunda parte? : ) Saludos!!!!

Luisjo.
Responder
January 14, 2018
 

Natalia

hola,gracias por leer. si tiene segunda parte. lo que pasa es que lo estaba subiendo por partes en wattpad. hasta ahora llevo 11. aunque aquí coloque 8 capítulos. en un rato subo la continuación. :)
Responder
January 14, 2018

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy