Y nuevamente estoy en mis noches de  nostalgia. Hoy decido dedicarle mis letras ya no a mi compañera fiel. Mi soledad. Hoy mi ser se desnuda para hablar de ella.
   Mujer hermosa con su sonrisa perfecta y su risa contagiosa. Ella es quién con solo mirarme a los ojos sabe que me sucede, sabe que me entristece. 
   Ella es la que me dio la vida, la que a pesar de mis años me cuida...
Me guía y sigue mis pasos de lejos. 
 Muchas veces sentí tocar fondo y morir de tristeza por mi enfermedad traicionera. Y ahí fuerte como una roca estaba ella. Jamás soltó mi mano.
   Aunque mi mirada estaba perdida mis sentimientos la reconocían. Quería acurrucarme en sus brazos y creer que todo era un sueño.
  Había perdido la cordura y sus manitos con las mías hacían corto circuito en mi corazón confundido.
  Noches enteras me dedico a pesar de todo.
  A pesar de que su dulce niña estaba convertida en una completa extraña fuera de eje. No reaccionaba. No tenía sueños, no veía la realidad ni el cielo, ni las estrellas que tanto me gustaba. No me dejo caer. Aguanto mis desprecios, mis reproches sin fundamentos y mis gritos llamándola. Cosecuencias de mi bipolaridad sin diagnosticar.   Sacando esta etapa imborrable no para bien sino para aprendizaje siempre la admire. Fresca. Espontánea, frontal y decidida. Fue mi amiga. Mi hermana, mi enemiga por sus regaños que hoy comprendo por mí bien. Siempre a mi lado. Siempre apoyándome por mas de que no estuviera de acuerdo con mis decisiones.
   Tengo tanto que decir pero más que agradecer. A la vida. A Dios porque ella esta conmigo en cada paso en cada decisión y todo el amor que me ha brindado a través de actos. De valores de educación no tienen precio puedo cerrar con un eterno te amo… infinito y mas por siempre este lazo. Por siempre MAMA