Cada quien maneja la verdad que desea creer, si te duele prefieres negarla, si te agrada deseas publicarla; el corazón decide que es lo más agradable entender y aquello que no desea recordar, cuando vi tus ojos, tu sonrisa, escuche tus palabras, y percibí tu olor pude ver y entender mi verdad, esa verdad que busque por mucho tiempo, que tuve a mi lado pero decidía ignorarla, hasta que me atropello con locuras, amor, risas, y lágrimas.
Mi verdad eres tú, así tan lleno de errores, decepciones, pasiones, locuras, y defectos, pero también con esas virtudes que nadie posee, ese amor incondicional, esas sonrisas que paralizan, esos abrazos que llenan el alma, esas miradas que dan calma, pero a la vez intimidan, esas manos que acarician como nadie sabe hacerlo.
¿Y si hago que desaparezca esa verdad que tanto quiero? ¿Será que podrías desaparecer de mi mente, de mi corazón y de mi cuerpo? ¿Y si al menos lo intento? Creo que estoy tan llena de mi verdad que no permitiría que desapareciera por más de que yo lo intente mil veces al día.