INCENDIO
Publicado en May 08, 2018
Las llamas amplían el cerco. El secuestro no anda lejos. Uno de estos cae solo, de lado, esgrimiendo su corteza seca.
Ahora el cielo adopta un tono incierto, ni vivo ni neutro, tampoco muerto.Hebra tras hebra se desgarra la última cuerda que conduce al otro lado. Algunos pasos tímidos y vacilantes de los curiosos con pies sin recorrido. ora adelante ora atrás. Más savia en señal lacrimosa Cuatro cerillas desprendidas expelen su última risotada antes de terminar y yacer para siempre. Alguien las encuentra, siguen allí aún después ennegrecer. - !Han sido ellos!Haciendo un esfuerzo, en la gran distancia que marcan los lindes de la hacienda, se pueden oler las huellas de la tiranía. Clemencia que da paso a la lluvia, extraña en la cara, contaminada de humo en sus partículas, tiznan la piel de aquel rostro que, a pesar de todo, la agradece como hizo siempre. Las montañas se cierran en un espejismo de eternidad. Mañana amanecerá de luto. Las cenizas flotan de un gris artificioso y consentido.
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Elvia Gonzalez
Mara Vallejo D.-
Bien descrita la situación !
Buen relato
Saludos
María