EL OFENDIDO
Publicado en May 21, 2018
Una compañero subió en Face que una Miss Guerrero había reprobado la clase de etiqueta en la mesa, pues desconocía cómo debería colocarse la servilleta, así como cuáles eran las copas para tomar agua y vino. En consecuencia, mi comentario fue el siguiente:
Yo me la llevaría al restaurant improvisado de mi prima, que está en la Barra de Coyuca en donde no importa la etiqueta, pero se junta la laguna rodeada de palmas y el mar con sus puestas de sol. Durante ese tiempo no le hablaría de cosas superfluas como se acostumbra en esos lugares en donde yo mismo he perdido la etiqueta al hablar de la injusticia social y la repartición de la riqueza y por eso los comensales hasta han perdido su copa de vino y se han manchado el cachete de comida sin poder agacharse para agarrar la servilleta que se les cayó de sus regazos. ¡Ah! ¿Y de qué le hablaría con Lupita? Quizás de uno de los libros que escribió Eduardo Galeano y que, de seguro, varios de los comensales no lo conocen. La verdad, esto de los concursos de belleza debe de ser bastante “confucio” para las señoritas: primero, tratando de hablar de la Paz y la pobreza en el mundo y luego tratando de ser “damas de sociedad. Me las imagino como embajadoras de la UNICEF en África con la “buena educación en la mesa”. Pero, finalmente, hasta las cosas más fáciles se aprenden, como yo aprendí la supuesta, "etiqueta", viendo a las señoronas, por cierto también hermosas, comportarse en su sociedad...Bueno, el canijo de mi compañero, el ofendido, borró mi comentario de su muro porque no le gustó que defendiera a la Miss por su, dizuqe, "incultura"…
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Tancor Cial
Elvia Gonzalez