Que profanen nuestros recuerdos.
Que de nosotros solo queden las cenizas.
Que no permanezca nada nuestro.
Que quemen las experiencias, las promesas, todo.
Que escuchen nuestras historias y cuenten nuestro epílogo.
Que alguien de el apoteósico final a esta efímera obra de teatro que nosotros solo interpretamos. 
Que de un golpe bajen las musas a dictar nuestra historia.
Que nos busquen en los cafes y en los bares, que nos busquen en las habitaciones vacías y a través de las ventanas abiertas.
Que nos busquen cuando ya no estemos y nos encuentren cuando ya no nos busquen.
Que nos unan los recuerdos y nos separen las experiencias.
Que seamos fuego, pasión, y nos consumamos lentamente, como la llama que niega su derrota.
Que seamos tu y yo, que seamos todo, que no seamos nada.