Es ella una clara y común apreciación de los sentimientos románticos cuando somos jóvenes e inexpertos -- por favor que este calificativo no se tome como un menosprecio u ofensa --, porque en tan temprana edad los innatos deseos de amar desembocan obligadamente en desconocidas y no acertadas fórmulas que, naturalmente no encajan, con nuestros anhelos y, naturalmente, aflora la desilusión tanto para el actor involucrado, como hacia la situación vivida ( que fue amar).
Si uno se da el tiempo, a través de la maduración que brindan los mismos golpes, se puede terminar aprendiendo que amar (verbo) y amor (sustantivo), es mucho más que una ecuación experimentada al azar.
No temas , Karla, habrá de llegar el momento en que lo comprenderás.
Besos.