Volvamos a ser nios.
Publicado en Jun 22, 2018
Cada vez que veo a mi prima de 6 años haciendo locuras apropiadas a esa edad pienso lo mismo; ¿yo sería así con su edad? Es algo hermoso. No ve el peligro, disfruta cada minuto que sale a la calle y no tiene vergüenza de nada ni a nadie. Para ella cualquier momento es bueno para jugar y es algo que me encanta. Pero lo que más me gusta es verla patinar, que aunque se caiga mil veces se levanta y sigue a lo que estaba, que se manche entera mientras come un helado y no le importe y que se ría por todo. Esa risa que puede escucharse en todo el pueblo y tampoco le importa. Y cuando me empieza a besar y a abrazar sin motivo alguno siento que me derrito. Y es que todos los niños son iguales. Con esas piernas llenas de moratones y heridas porque se pasan el día tirados por el suelo, esa ropa que parece que nunca ha sido lavada pero en realidad se la han puesto limpia hace unos diez minutos y esa felicidad y ese amor infinito que tantas sonrisas nos ha regalado. No hay dinero en el mundo que pueda pagar todo eso.No hay nada mejor que la infancia y todos hemos deseado alguna vez volver a ese punto de nuestra vida.Seguro que te acuerdas de que cualquiera podía ser tu amigo o incluso tu mejor amigo. Así de fácil, de un día para otro, sin saber su nombre siquiera. Seguramente también te acordarás de los juegos diarios. Esos de los que jamás te aburrías y ya se habían convertido en tradición. Y si habías vivido en un pueblo sabías que tu hora para llegar a casa era cuando se encendían las farolas de la calle o estar pendiente de las campanas de la iglesia.Para ti no existía el teléfono móvil y tampoco lo necesitabas. Total ¿quién necesitaba la tecnología teniendo un parque y un balón? Que diferente es todo ahora que ya he crecido. Como echo de menos esas cosas. Sin preocuparme porque la casa está sucia o porque hay que hacer la compra. Sin pensar en todas las cosas que tengo que hacer al día siguiente.Pero aunque todas esas cosas yo ya no las vaya a vivir de nuevo, me reconforta ver a otros niños aprovechar este tiempo porque ellos también crecerán y, posiblemente, piensen lo mismo que pienso yo ahora.
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juan carlos reyes cruz
Este relato que nos entregas, me causa un intenso frescor en el alma y me llevan a adorar aun más a este mundo, porque puedo comprobar con ello que la vida en él, posee instantes mágicos que obsequian felicidad.
Sinceramente, te doy gracias por tan dulces reflejos.
Besos mil.