Tras 15 años de ausencia, Madonna retornó a España con su nueva gira Sticky & Sweet tour, en la cual presentó sus más grandes éxitos y los temas del nuevo disco. Durante el mes de junio, la diva del pop mundial sorprendió a sus fanáticos con un espectáculo pocas veces dado por otro artista. Miles de españoles agotaron las entradas conciertos brindados en Madrid, Barcelona y Zaragoza.
 
La serie de conciertos comenzó en agosto del año 2008 en Cardiff, Gales y finalizará en Israel a principios de septiembre del corriente año. Debido al alto poder de convocatoria de la estadounidense, la actual gira se convirtió en la segunda más recaudadora de la historia de la música, lugar sólo superado por Madonna misma con su anterior tour, The Confessions Tour realizado durante el 2006.
 
Los conciertos dados por la reina del pop alrededor del mundo superaron las expectativas de fanáticos que aguardaban durante horas para conseguir entradas Madonna. Durante las dos horas que se lleva a cabo el show se puede observar el excelente desempeño de todas las áreas involucradas en el mismo, tanto los bailes, el sonido como la producción, son capaces de dejar sin aliento hasta el más férreo detractor de ésta gran cantante.
 
El recital se divide en cuatro etapas, en las cuales Madonna presenta los temas de su decimoprimero álbum de estudio, Hard Candy y sus canciones más populares, que ya son clásicos de la música pop mundial. El prologo del show muestra un estilo urbano fusionado con el art decó. Durante la segunda parte el recital se concentra en la old school, en la cual la artista rinda a homenaje a sus comienzos en Nueva York. En la tercera, el escenario se transforma en gitano y en los últimos momentos del concierto en una fiesta rave con influencias orientales.