CANBALES. CAPITULO 2
Publicado en Jul 03, 2018
La mañana del viernes llegó, era calurosa, la alarma sonó, eran las 7:30. Marine se levantó con pereza, se sentía agotada,hace dos meses, cuando aparecieron los dos cadáveres, que no lograba dormir a gusto. Las pesadillas la envolvían, era como un laberinto, pero sin salida, no importaba la dirección que tomará, todas las noches se dirigía hacia otra dirección, pero el resultado era el mismo, no había escapatoria.
Se levantó sintiendo los pies pesados. Tomó una ducha rápida, se coloco unos pantalones de vestir negros, una camisa verde que resaltaba sus ojos y unos zapatos negros. Siempre le habían incomodado las zapatillas, pensaba que eran una clase de tortura y te hacían ver mal. Se miró al espejo y notó sombras bajos sus ojos, no era fanática del maquillaje, pero tenía que cubrir esa oscuridad que opacada su cara. Cuando terminó de cubrir la realidad de sus noches, se apresuró a darle de comer a Toby, su canario. Tomó las llaves de su auto dispuesta a trabajar. Cuando llegó a el salón donde los aprendices hacían sus hipótesis o donde ese le explicaban los casos, noto que los jóvenes platicaba sobre la demostración de ayer. Fue entonces que uno de los estudiantes les indicó a los demás que su maestra Marine ya había llegado. —Bien, dejen la plática para después a menos que quieran que conteste a algo. Un joven rubio alzó la mano esperando que se le diera la palabra. —entonces Arturo, ¿que duda tienes? —si, bueno, ayer durante la demostración, cuando preguntar el nombre, usted respondió con el suyo. ¿Por qué lo hizo si tenían la grabación? Los demás murmuraron en aprobación. —Bien, cuando obtuvieron la grabación claramente no usó su nombre, pero si nos brindó su edad —los miro a todos por un instante —¿saben por qué lo hizo? O mejor dicho, ¿se han preguntado acaso porque llamó? Espero a que alguien tuviera aunque sea una vaga respuesta,pero todo quedó en silencio, un dolor de cabeza parecía devorar la paciencia de Marine. Algunos murmuraban, otros solo se quedaban callados tratando de formular una respuesta. —¡no puedo creer que nadie diga nada! — gritó enojada — ¿creen que serán alguien en la vida si no cuestionan todo? Este es su trabajo! ¡Estamos hablando de una asesina que está desquiciada, que cree que lo que hace es arte! Necesitan pensar como los asesinos, necesitan pensar que ganarían con lo que hacen. ¿Es para impresionar al mundo? ¿O es para demostrarse a sí mismos de lo que son capaces? ¿Lo hacen por gusto, o porque no tienen otra opción? ¿Alguien detendrán? ¿Que los impulsó hacer lo que hacen? Deben pensar en cómo utilizar el error que cometió para poder atraparla. Así que preguntaré de nuevo ¿porque llamó? Verónica era una joven pelirroja , quien habló sin rodeos. —¿puede ser que haya sido porque preocupada? ¿O más bien decepcionada? —explicate —dijo Marine mientras da paseaba por la sala. —Bueno, yo pienso que… —se quedó callada, sinceramente tenía miedo a decir algo equivocado. Pero Mauricio un joven regordete continuó. —Usted dijo que a los 4 primeros les arrancó los pulmones pero al último lo destripo y le arrancó la lengua. Puede que hay marcado para disculparse. —un asesino que se disculpa? —dijo interesada —¿porque arriesgarse? —Porque rompió su forma de dejar su arte, según ella. Tal vez iba a disculparse ¿sabe? —no creo que sea eso —dijo la joven negra. —por qué opinas eso ¿Jenny? —si no era para disculparse ¿que la impulsó? —dijo Marine. — Era una burla. Una burla para los policías, para la familia. Marine aplaudió fuerte. A los demás les pareció desagradable. —por fin alguien que piensa adecuadamente. Exacto, fue una burla. Fue una demostración, de que no importa su edad, su género, ella seguía matando, incluso que puede romper su patrón. Aunque eso le perjudique, porque chicos. Este año estoy yo, y ustedes, somos mentes brillantes y nuevas, el cambio de ideas, nuestras ganas de atraparla la detendrán. Porque yo les enseñaré a tener otra perspectiva. Serán los asesinos en su mente—se sentó en su silla de cuero —y así atraparon al más peligroso. Pero deben recordar que deben exigirse más. Y nunca olviden quiénes son, a veces esto también es un arma de doble filo, no quiero que se pierdan en su mente. —¿usted se ha llegado a perder en su mente señorita Marine? —dijo la Jenny— porque para la edad que tiene, ha atrapado a personas peligrosas. —Se controlarme —dijo algo molesta —les pedí que me dijeran el porque se come los pulmones y no otros órganos. Antes de que los demás estudiantes pudieran expresar sus ideas, el celular de Marine sonó. —lo siento chicos, tengo que contestar. Así que dejaré esta conversación pendiente. Espero sus respuestas por correo y el lunes les diré mis observaciones. Salió a toda prisa. —Diga. —Necesito que vengas con el forense de inmediato. —Buenos días Daniel. ¿Como amaneciste? Yo bien gracias por preguntar —dijo con sarcasmo —. —La víctima 8 fue encontrada. ¿Realmente te importa más como amaneci? —me vale si es que respiras. Me hubieras dicho eso desde un principio. Estoy ahí en 16 minutos. —les diré a los demás que salgan para que tengas un poco de privacidad. —Adios Daniel. —Marine… —¿que pasa? —Más te vale estar preparada. Nuestra asesina cambio de método de nuevo. —adiós —colgó, sentía cierto temor, no quería ir, pero no permitirá que esa asesina hiciera de las suyas. Se dirigió al elevador, está solo y durante su viaje olvido el calor que hacía. Por unos momentos sintió una tormenta de nieve en su interior. -------- Estaba fuera del ascensor, el corredor está solo, podía sentir el frío recorrer su piel, escuchaba el sonido metálico del elevador. Caminó despacio, sintiendo como las sombras la acechaban. se paro enfrente del cuarto del forense, tomó un respiro profundo, cerró sus ojos para concentrarse, tomó la manija con cuidado, se sentía helada.Entró justo cuando abrió sus ojos. Fue entonces que volvió a sentir el calor de la mañana en pleno verano. parece que ya estas lista para mostrar tus obras. sr.canibal. - dijo mientras tomaba aire. En la camilla estaba una mujer, su nombre era Anastasia Johnson , tenía 25 años cuando desapareció, cerca de la gran estación de trenes en Francia. Una joven delgada de tez blanca. Trabajaba como enfermera en un pequeño hospital para niños con padres que no podían pagar en otros lugares. La joven que tenía enfrente no era más que una luz apagada de lo que alguna vez fue. Sus pulmones no estaban, fueron reemplazados, para llenar el espacio vacío se encontraban artículos de belleza, había labiales y una carta. Se colocó unos guantes especiales, tomó la carta y comenzó a leerla: Querida señorita Marine. ¿Es mi mas reciente demostración de su agrado? se que hace dos meses mostré dos obras que sin duda fueron hermosas, pero he notado que te cuesta dormir, se que odias los cosméticos pero hoy has decidido ocuparlas, debo decir que esta mañana cuando te vi no estaba segura si te gustaria mi regalo. Se que quieres atraparme, me consideras una enferma y desquiciada, pero te falta mucho para comprender el verdadero valor de la belleza, para poder apreciar mi arte. Me gustaría que un día fuésemos amigas, la vida de una asesina, de un artista incomprendida es una vida muy solitaria. Nuestras amistades son limitadas y me atrevo a decir que en ciertos casos;nula. Pero se que con el tiempo, cuando me conozca, cuando se de cuenta de lo que soy capaz y de lo que eres capaz seremos personas con un gran corazón. Solo le pido que durante nuestro viejo por la verdad no se pierda en su mente. La quiero sana señorita Marine. Quiero que vea todo el potencial, todo el arte que podemos hacer. El juego ha comenzado. Tu y yo somos cazadoras, somos leones en este mundo de corderos. Así que sé, como usted sabe, que cuando llegue el momento, cuando descubra de lo que es capaz una de las dos tendrá que morir, porque debo serte sincera;no pienso dejar que me atrapes, así como se que tú no querrás morir. Será este un juego interesante. Donde pondremos a prueba nuestra inteligencia. Señorita Marine, que gane la mejor. Att. Su futura asesina. Terminó de leer la carta, sintió que se le revolvía el estómago. Estaba sudando, la carta era una demostración de que estaba siendo vigilada. Que está más cerca de ella, que puede matarla, que seguirá matando. mi carne está en el menú- susurró asustada-. Antes de que su mente pudiera imaginar más cosas, entró Daniel. Él era el jefe del departamento de análisis y conducta de los criminales, entró con los dos forenses, Monica, una mujer de 37 años delgada y morena. y Richard; era negro,de complexión delgada. Los tres entraron en silencio, Daniel le ofreció un pañuelo a Marine. Lo siento, no los oí entrar- dijo Marine- esa zorra tiene agallas. Mira que aparecer de nuevo. Nunca tuvo la necesidad de rellenar a sus víctimas- dijo Mónica - creo que ahora tiene mas inspiracion. Le diré a mis hombres que te envíen 2 patrullas a tu casa. Para que vean si no hay cámaras, y para que te vigilen. Ella no te hará daño. - Daniel espetó. Los cambios en su patrón pueden hacerla vulnerable, querrá ponerse en contacto con ella otra vez, puede que incluso las demás víctimas empiecen a aparecer. Tendrían 9 oportunidades para atraparla. - Dijo Richard. Mientras tanto Marine no podrás asistir a tu trabajo. Estarás bajo protección. - sentenció Daniel. ¿Qué? - dijo furiosa Marine-. Estás en peligro. No voy a dejar de trabajar. ¿Qué se supone que hare? No me voy a esconder de ella. No le tengo miedo. Se defenderme. no dudo de eso, pero no te voy a arriesgar. Eres como una hija para mi. No te pondré en peligro cuando puedo protegerte. ¡No soy tu hija! - gritó- sacarme de la investigación no es la solución. Se que puedo atraparla Esto no está a discusión. Te estoy avisando que estás suspendida y estarás siendo vigilada por nosotros. Bien. —dijo enojada — pero cuando tus nueve oportunidades pasen y no tengas una pista sobre su paradero. —dijo fríamente — entonces quiero una disculpa. Salió de la sala, estaba enojada, frustrada y un poco asustada, aunque nunca lo admitiría en voz alta. Llamó al elevador, quería descansar, dormir unas pocas horas antes de que las pesadillas la consumieran. Esta vez está ocupado, dentro del elevador se encontraba una joven no muy mayor que ella. Tenía una sonrisa en su rostro cuando la saludo. El viaje fue silencioso, casi incómodo, en el tercer piso la chica de pelo negro bajo, pero antes de despidió de Marine. — Que bonito maquillaje señorita. —Gra.. Gracias —dijo con pena. —Cuídese. Que tengo buen día. —igual. Las puertas del elevador se cerraron despacio, mientras veía aquella joven partir. No entendía porque se sentía tan nerviosa, ni el porqué se había perdido en esa sonrisa. Solo sentía como si algo hubiera pasado, algo de importancia y se le hubiese ido de las manos. Sintió otro dolor de cabeza, uno más intenso. Sacó de su bolsillo unas aspirinas y se tomó dos. —Solo espero que estos dolores de cabeza no lleguen a afectar mi rendimiento y mi forma de ver al mundo. — pensó.
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