.......""El ave y el anciano”
Publicado en Jul 07, 2018
“El ave y el anciano”
Luz…. Desde lo alto, casi a un salto de nubes, un ave seguía al anciano con curiosidad. Resolvió hablar con él. Aquel pájaro de colores múltiples volaba en anillos enajenados para superar todo peligro, decidió bajar a orillas del estanque, inserto en medio de una plantación de naranjos a las orillas del camino de tierra donde caminaba el longevo a paso cansino pero firme. Sorprende sí, su silencio, como si estuviese contagiado de la experiencia del sabio, mientras que el ave, conserva curiosamente la perfección del ángel con el vuelo del águila. Dicen que el tiempo, había hecho de este hombre un mensajero sin destino. ¡Sí! Deambula sin pausa. Todo envejece a su alrededor, solo las remembranzas, trepan hiedras de la memoria superando todos sus rincones. Pero antes, desde esa altura en vuelo de danza… se le ocurrió su primera pregunta: -¿Cuál es tu camino anciano?….porque te veo desde lo alto transitando caminos y sederos en soledad, como si toda tu visión se resumiera solo en lo que te rodea y nada más interesara o despertara curiosidad ante lo inesperado. No te quedes en esa ausencia de esperanza, porque revela que tu mundo es frío y distante y si te atormenta esa confusión que oscurece tu modestia edificada en terrazas de soledad. Debes sentir y tener el mérito suficiente para conquistar tu propia liberación y también, proteger tus convicciones. Es cierto pensó el anciano, pero aquella aureola de eterna dignidad dibujada en su rostro, justificaba con plenitud, el mutismo elegido. El longevo se preguntó muchas veces en soledad ¿cual era el símbolo de la fortuna en este reino de profecías, y cual el beneficio de una comedia? En realidad, la clave de su grandeza, residía más en la fortaleza de su propia intuición, a cualquier ilusión de lo efímero. Con esa actitud vacilante comenzó a recorrer agitadas fronteras de la deserción, buscando aminorar todo efecto negativo que pudiera devorar su pasado de éxitos. Pero esa tarde, escuchó la pregunta del ave como un susurro cristalino e interesado en su desconocida vida. Acostumbrado al silencio, elevó su mirada a un cielo despejado donde el ave danzaba no muy lejos de su persona, con una extraña suavidad en su aleteo que a veces aparentaba estar suspendido en ese espacio intangible. Cubrió con su mano derecha los rayos de un sol intensamente luminoso y asombrado detectó que el ave, no solo le hablaba desde lo alto al comienzo, sinò que también en pocos segundos lo miraba desde el borde del estanque, con intensa curiosidad, esperando tal vez una repuesta. Entonces decidió incursionar en el absurdo diálogo de un hombre con un ave. -Mi camino es seguir hacia adelante porque la curiosidad no es lo que ha pasado sinò lo que ha de llegar, y el futuro que no se construye, se encuentra uno con él; por eso no comprendo que haces en el aire revoloteando a veces sin sentido en un ir y venir e interesarte en este anciano que en las rutas ha crecido. ¿Quién eres entonces para preguntar sobre mi vida si ni siquiera tengo plumas que me asemejen a tu raza? ¿O acaso revoloteas con una pesada carga, tratando de dominar en el mundo todos los pensamientos surgido en el fango de tus melancolías?. -Hay que animarse a dominar el vuelo anciano, no es fácil. Tú envidias mi vuelo y yo.. envidio tus pasos sin alas. Nunca estamos conformes, somos tal vez, parte de un mismo mundo creado en la contradicción mostrando que el caminar y volar; hablar o cantar; reír o llorar, son lo mismo. Tus palabras anciano… son para nosotros como el canto de las aves. Pero mira este extraordinario paisaje de montañas y lagos que dejas en tu andar sin prestarle atención. Curiosamente es aquí, donde nos hemos encontrado sin buscarnos, quizás, porque soy de un pasado no muy lejano, donde yo también me recuerdo como anciano de caminos. Y si bien tu palabra que respeto y escucho, es como una semilla que germina sin cesar, nuestros cantos alumbran todos tus amaneceres, porque tenemos el humor del sonido y siempre de alegría. Yo encontré en esta mutación involuntaria un lugar de privilegio. Vivo en una libertad codiciada por muchos, pero desconocida por todos .No hay pájaros tristes. El anciano asombrado se detuvo y miró el ave en la orilla del estanque, ahora sin desconfianza. Sabe por experiencia que todo llamado a la realidad desparrama dudas y a veces vergüenzas. Observó que la mirada del ave: era serena y cálida, y a veces, batía sus pequeñas alas como enviando un saludo afectuoso al anciano que desdibujaba sus dudas, tal vez, en aquella húmeda aflicción de su pasado, logrando debilitar y morder esa estampa artificial, creada entre fantasías y ocurrencias para mantener intacto su honor. Fue entonces que todo cobró sentido en el abanico de vacilaciones, cuando la coartada elegida colmó su historia antes ensayada sin auditorio. Sin embargo, su curiosidad incipiente, mantuvo la solemne fascinación de la sorpresa, ante un ave que invadió su rutinaria intriga disimulada al comienzo como una burla de una comedia repetida. Cautivado en una lánguida vanidad punzante, agitó su visible y sofocante agonía, envolviendo la soberbia que tuvo alguna vez, para convivir obligadamente con la miseria, y fue tal vez, por esa novedosa ironía, la que no le impidió una elección de amable opción: “Encontrar el camino disponible para buscar la verdad”. El ave tenía razón. -No me recuerdo ave, dijo el anciano en tono afectuoso, pero tampoco niego que sí me gustaría volar, de ese modo mis piernas cansadas de tanto andar solo serían dos alas de plumas ligeras permitiendo transitar espacios ilimitados y alturas increíbles. Pero ser solo un ave, me dejaría alejado de todo cuanto he atesorado en mi vida en el arte, las letras y en la vida misma, pero también sé que toda esta emoción nueva, seguramente rejuvenece el alma que en forma involuntaria obliga a definir que es lo fundamental en la vida. Es cierto que muchas miro sin ver y veo sin mirar, por no valorar lo poco o mucho que tengo y lo mucho que me rodea, pero así es la humanidad del ignorante. -Bien anciano, pero no menosprecies la vida de las aves. ¿Crees quizá que por no tener tus habilidades, tenemos una vida vacía? Mira, has visto acaso en nuestro reino sombras de algo que muchos ignoren ¿O acaso desconoces que no tenemos odios, guerras, envidias o ambiciones? Nunca anciano. Nunca serás testigo de tamañas aberraciones. Vivimos todo lo que tú no vives y somos felicidad con alas, esperando madrugadas para que un gran coro musical de pájaros anime al mundo. Piensa entonces en cual de esos mundos te gustaría existir. Solo debes hacer un repaso de tu vida. El anciano recapacitó en silencio. Lo que cosechó de sus errores juveniles ya en su madurez fueron lecciones tomadas con admirable resignación, como símbolo a esa genialidad nacida de un ave. Entonces lo invadió una célebre satisfacción reposada en su rostro como una cosecha añosa de racimos de honores olvidados. Su candidez, aún viva, también le permitió volar con plenitud ante la pesada incógnita de las dudas, y buscó con soltura, un tiempo para tomar la iniciativa. La imàgen del ave fue impactante; había encallado en su propia melancolía, como virtud a su ingenua inocencia, ante el adormecido lenguaje intencional del pájaro. Solo quedó el silencio abrazando sutilezas de sinceridad, cuya estima se proyectó, hiriendo con luz grata sus ojos y deseos de las antes inalcanzables utopías soñadas. -No fue mi intención descalificarte -respondió el anciano- sin embargo tus afirmaciones no dejan de tener sentido muchas cosas que ignoramos por la rutina cotidiana. Las montañas, y el mar que dominan el planeta lo puedes ver desde esas alturas que tenemos prohibido visualizar. Solo en solitarios vuelos, en pájaros de acero cuando viajamos logramos una visión distinta, pero todo se transforma luego en una espesa nube blanca que nos separa de la tierra y nos acerca a un enorme y eterno, eterno vacío celeste. Pero ¿quién puede amar la eternidad, si esta no existe, o existe acaso? ¡Mira! a veces, en honor a una incipiente demencia, toda verdad, tiene el valor de una conquista. -Ya ves anciano; es el planeta el que existe y ustedes lo ignoran. Peor aún, destruyen y contaminan; no se dan cuenta de nuestros reclamos día a día. Nosotros vivimos en la simplicidad de la misma naturaleza que cuidamos y alentamos. Vamos del calor al frío, de la sequia a la lluvia, de la luz a la oscuridad, del sol a la luna, vivimos en nidos y ramas que luego son habitados por otros y volamos siempre al futuro. Siempre con alegría, algo que vemos van perdiendo ustedes en forma inconsciente. Ve y mírate en el espejo de ese lago el reflejo de tu rostro, y te darás cuenta que esa imàgen, tiene vida propia y también un mensaje, cuya contraseña, puede ser la versión de lo que hoy parece imposible. El anciano tomó la decisión. Se acerco a orillas del lago manso y transparente y entonces observando su propia imàgen ondulante con una vida propia, anunció el fin de una estación, cuya virtud más célebre y recordada será mantener altivez e integridad de sus emociones, como réplica a la descalificación que muchos habían hecho de su talento acumulado en silencio. Tal vez este sea el signo más bello de su nuevo vuelo. En teoría, esa nueva imàgen estampada en aquel paisaje de otoño, era la buscada estación anhelada, donde la música instrumental, encontró perfección y complemento de lo imaginado, ante una admirable curiosidad agitada en ese encuentro conmocionado con un ave, cuya célebre virtud, fue iluminar escalones que le permitieron ascender con su lenguaje de libertad, como nexo entre la fantasía del prudente soñador y la realidad de la vida. Para él, graduarse en la vida, lo llevó a una obsesiva prisa, imposible de iniciar, y su terquedad, lo arrastró con razón, de la batalla…. al triunfo, y desde ese lugar, se presentó en futuro y pasado porque su temporabilidad hoy duerme dejando al tiempo, compitiendo con la nada, y sabe eso sí, que permanecerá conspirando en secreto, entre lunas insomnes de espera y lluvias mansas, de imágenes pasadas. Pero tenía algo más para decirle al ave, no como revancha sinò como comparación -Escucha ave solitaria, adivina quién despojó al desierto de gritos y falsedades, cuando una tormenta atravesó a todos vosotros cuando escapaban del viento y arena ¿O ignoras que el paso de la historia, es un camino ciego que escapa… pero no desaparece? Sorprendida el ave no contestó y alzó vuelo -Adiós anciano de caminos y senderos solitarios. Lo pensaré. Nos encontraremos seguramente en el futuro; pero espero humildemente que este diálogo haya sido de prudentes reflexiones para que lo que buscas, puedas encontrarlo y valorarlo. Si lo haces, podrás volar….igual que nosotros. Y recuerda siempre que la palabra, muchas veces, aprende del abrazo de la mirada. Con esas palabras de despedida el ave tomó vuelo. Ese momento fue la clave de su cambio, entonces valoró la tentación que le permitió mantener un equilibrio al reconocer la innovadora dicha de lo visible, cuando el elogio inesperado del ave se manifestó como símbolo de madurez. Curiosamente en ese momento, el anciano comenzó a caminar con soltura como si volara sin alas con una libertad desconocida corroborando todo lo que aquella ave inesperada había relatado. Los ríos lloraban en los valles. Los lagos acumulaban lágrimas de un mundo extraño y las montañas eran acariciadas en sus pies por espumas de mar y en sus picos, exponían baños de intensa nieve blanca, la vida cobraba súbitamente otro cariz, donde la alegría predominaba a la tristeza, la libertad a la prisión de lo material, las angustias desaparecían y el dolor había sido abandonado como un acto de magia. Seguro entonces de que este era su vuelo lo asumió como propio y fue en su búsqueda, convencido de haber encontrado el camino correcto. FIN
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Marìa Vallejo D.-
Metáforas enlazadas con imágenes y un profundo toque poético que hace de tu ensayo un deleite...
Felicitaciones amigo mío.
Abrazos para vos.
María
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Un abrazo
Marìa Vallejo D.-
Bien, muy bien, gracias a Dios, la ciencia,familia, amigos y mis cuidados...
Un abrazo
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Un abrazo
Enrique Gonzlez Matas
Te felicito por la profundidad de los pensamientos y por el magnífico lenguaje poético que empleas en tu relato.
Un fuerte abrazo y enhorabuena.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Una interpretación correcta y también en la construcción del relato. Estoy trabajando en un ejercicio literario nuevo, lo que no significa que sea novedoso, sin embargo lo voy edificando en el ensamble de: imagen, objetivo y metáfora. Cuesta al comienzo, pero me atreví a presentarlo como una nueva experiencia en prosa, gracias por leerlo
Un abrazo
juan carlos reyes cruz
Ciertamente, querido Gustavo Adolfo, la historia es un paso ciego que escapa, pero no desaparece… y nos deja lecciones: la principal de ellas será siempre una actitud inteligente.
Esto me lleva a tener total confianza que en un futuro volaremos sin alas y, también, todo cuánto hagamos será digno de orgullo.
Porque somos humanos, tenemos sueños e inteligencia y fabricamos nuestras propias herramientas.
Pocos como tú, amigo tienen el talento suficiente para desarrollar un ensayo con todos los elementos que tan genialmente nos plasmaste. Creo que es adecuado agradecerte.
Saludos cariñosos.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Saludos
Daniel Florentino Lpez
Un dialogo sin desperdicios
Felicitaciones
Un abrazo
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Saludos
MAVAL
la libertad verdadera es en la muerte...
lástima ...para este mundo que por todas partes se desmorona...
(Cavilo este rato...quizás es pobre mi pensamiento en este minuto o no quiere revelarse... para conversar mejor este estupendo ensayo de vida)
Te dejo un abrazo.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Saludos
Lucy Reyes
Te felicito y me dejas pensando más y más
Cordial saludo
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Saludos