Matrimonio
Publicado en Jul 11, 2018
Tenemos defectos y virtudes, tenemos pros y contras como cualquier persona.
Pero encadenarte a la eternidad… somos almas libres, que no pertenecen a las personas. No debes encadenarte, ni por voluntad propia, ni por ser más madura, Si lo hicieras tu jaula quedaría pequeña para tu envergadura. Mereces ser libre, libre sin ataduras. ¿Prefieres vivir feliz en una pecera? O ¿sobrevivir en el mar? ¿Ser propiedad de alguien? O ¿vivir libre e ir a cualquier lugar?
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juan carlos reyes cruz
He podido comprobar que hoy día todavía se utiliza ese bello vocablo desde una perspectiva sesgada que traiciona su verdadera esencia. Para mi, libertad es pensar y creer con propiedad, no con obligación, ni presión, ni por interés. Por ello estoy convencido que el matrimonio no es una pérdida de libertad, ni encadenamiento, ni sentido de pertenencia de nadie; es un noble compromiso sentimental que nace desde la ilusión de dos personas que quieren permanecer juntas para siempre; y las obligaciones a las que voluntariamente ambos se someten en el establecimiento del contrato que en esa instancia se firma son solo reglas que apuntan a favorecer y fortalecer es vínculo. Nunca son cadenas.
No niego que las circunstancias acaecidas en el desarrollo de ese compromiso, muchas veces deterioran esa ilusión inicial y termina en un desvanecimiento de la finalidad; sin embargo, ello no afecta la idea original y como prueba de ello son miles de millones de matrimonios en la historia del mundo que han sabido llegar a buen puerto. Si lo dudas, búscalos y cuéntalos.
Saludos, Carlos.
Ezequiel Forconi