El dolor invade alma y cuerpo
Publicado en Jul 25, 2018
— Jhon, deja de golpearla. ¡Para! —Mariana intentaba frenar los golpes causados por su esposo, pero era inevitable. Jhon solía drogarse lo suficiente para olvidar los problemas de su empresa, en algunos casos lo hacía para no suicidarse ya que su cuenta bancaria estaba en cero. A veces actuaba como psicópata cuando su hija Brook no acataba sus órdenes... entonces Jhon pierde el control y suele agredirla de la manera más brusca posible; desahoga sus problemas en ella.
El sujeto miraba a Brook con necesidad de acabarla, en su rostro se mostraba una sonrisa maliciosa e irónica, le satisface ver a su hija llorar, sufrir y arquear por el dolor causado. Con una mano tomó a la pequeña por el cabello mientras que la otra alcanzó su cuello, ella lloraba en silencio suplicando por un poco de piedad, pero él gozaba de su temor y Mariana era la clase de persona más desinteresada de la existencia. Sólo le importaba la imagen que su hija mostraba para la empresa, pero este caso no sería el mismo, Jhon está en banca rota y ya no necesitan de su hija. — Vete de aquí, haré que jamás olvide mi marihuana. —sentenció Jhon, aún manteniendo su mirada fija en Brook pero dirigiendo sus palabras hacia Mariana. — ¿Qué más daño le harás? —preguntó, estando un poco alterada por la situación. — Dije que te fueras, ¿por qué demonios sigues aquí? —expulsó Jhon fríamente. Mariana calló y enseguida abandonó la habitación de Brook, la cual, seguía llorando en silencio. Ésta mantenía una breve distancia con su padre... se encontraba descalza sobre la comodidad de su cama, tendida bocabajo y con el cabello tapando su rostro. Su respiración era acelerada y de a poco los sollozos sonaban con más intensidad. — ¿Qué te dije, Brook? —Jhon volvió su mirada hacia Brook, se posicionó con los brazos cruzados mientras sus dientes rechinaban por la marihuana consumida— Jamás volverás a desobedecer mis órdenes, hija de perra. Tomó nuevamente a Brook por el cabello— Mírame, —escupió el rostro repleto de lágrimas de Brook— esta cara será lo último que querrás ver en tu maldita existencia. Con brusquedad quebró la hebilla del cinturón y desabotonó sus jeans, Brook al observar el acto de su padre trató de alejarse de él, pero este al notarlo la sostuvo con una firmeza increíble. Derribó el cuerpo de Brook sobre la cama y con una mano bajó su mono. — No... ¡Por favor! —suplicó, pero sus oídos eran sordos para ese entonces, sólo necesitaba aplastar la felicidad de la niña y destruirla a toda costa. Gritó. Se abalanzó sobre ella como bala de cañón y gemía de placer mientras disfrutaba el choque que causaba el angosto agujero de su hija, mientras ella, gemía de dolor...
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juan carlos reyes cruz
Al fijarme en tus potenciales puedo advertir con claridad que posees ciertas virtudes para escribir, puesto que se nota un evidente dominio en el manejo de las letras; el desarrollo mantiene coherencia, respetas la puntuación y no se observan faltas en la ortografía. Respetuosamente, amiga, me gustaría sugerirte que experimentaras con composiciones alejadas de la crueldad. Sin darte cuenta hallarás en el fondo de tu alma herramientas que depurarán tu mente y conseguirás, además, paz para tu espíritu.
Te deseo alivio de todo corazón.