Soando
Publicado en Aug 04, 2018
Mar y montaña no pueden amarse, no pueden siquiera juntos estar pero se aman tanto, tanto se admiran que a veces parecen el destino trocar En tenue danza bailan sin cesar las tibias olas que revuelve el mar, mientras el viento mece los cabellos de los altos cerros en la inmensidad. Pero no se tocan, ni tampoco se miran el mar y la montaña, no pueden jamás fundar sus amores, en un suave ruego pues nunca están cerca para poder rogar. Mar y montaña, amor imposible como los hay tantos en el duro andar, nunca se tocan, jamás se besan pero en tardes libres, llenas de ilusión cuando baten las olas o rugen los cielos como dos amantes sueñan con su amor.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
El mar con sus espumas son la cabellera acariciando las costas; ellas son los pies de las montañas ardientes que esperan ese signo de ternura que las une por siempre. Se tocan y se besan, no se hablan, no es necesario, viven a su manera en silencio sin dudar de esas pequeñas dichas que la naturaleza les impuso, y es más, el deshielo y las lluvias, son las lágrimas que desde esas montañas van deseosas a fundirse con las espumas del mar como una fantasía consumada
Felicitaciones Mercedes
Enrique Gonzlez Matas
Te felicito y te envío mi abrazo.
Mara Vallejo D.-
Quizá un dia explote la montaña y tantica de su esencia pueda mezclarse con el mar.(Bueno, si es que lo desean)
Bella poesía amiga mía
Abrazos.
Mercedes