Había una vez cuatro niños y dos mamás que fueron al bosque a armar un camping, lo hicieron en el lugar más solo, sin saber que ese lugar estaba embrujado. Llegó la noche y el viento sopló tan fuerte que tumbó el camping y se dieron cuenta de que faltaba un niño; todos fueron a buscarlo. 
 
Mientras tanto, el niño estaba con un ser mágico que le contó muchas cosas. Ya era muy tarde y un espíritu apareció; se peleó con el ser mágico, y éste le ganó. Pero el espíritu revivió en carne y el ser mágico le dijo:

- ¡¿Qué eres?! 
– Soy más poderoso que tú. 
– Pero ¿cómo? 
– Años de práctica… ya la gente no pasa por acá y me he sentido muy solo.
 
Entonces, el ser mágico se dio cuenta que el espíritu era muy parecido a él, miró una foto antigua y volvió a ver al espíritu de cerca y se dio cuenta que era su hermano. Después, dejaron ir a la familia del bosque y les dijeron que eran bienvenidos.
 
Cuando la familia se fue, pensaron:
 
- Ojalá el otro no se vuelva malo.
 
Y los dos hermanos vivieron felices. Fin.
 
Autor:
Sebastián España Gómez. 11 años. Grado 502.