Mery
Publicado en Feb 07, 2019
Febrero 06 de 2019 Apenas con sus diecisete años recién cumplidos , debió emigrar con su madre en busca de asilo a nuestra hermosa,solidaria y pacífica República Argentina.Nada les fue fácil a llegar por aquellos años. El aislamiento social se había apoderado de ellas sin darle ni un poco de tregua por distintos razones: idioma;cambio de moneda; religión; cultura; sueños que no pudieron traer , pero mas todavía porque en este país no tenía ni amigos, ni conocidos ni familia que pertenecieran a algun eslabón de su árbol genealógico .¡Nada..Nada de lo que aquí había le era conocido o familiar!. Mery comenzó su lucha de cada día.Trataba de agrdar a las personas con las que podía comunicarse a través de gestos;sonrisas, mímicas mientras su madre permanecía siempre en silencio, con la marca del dolor en su rostro...¡Ya instalada para perpetuar allí!. Atrás habían quedado los horrores de la guerra entre grandes potencias europeas.Un guerra que parecía no tener nunca un final en su Alemania natal,donde la vida de sus afectos más queridos, víctimas civiles e inocentes de un desastre bélico, habían sido sepultadas debajo de los escombros ocasionados por los enfrentamientos entre las tropas antagónicas :eran sus dos hermanos niños aun y su padre empleado de una fábrica metalúrgica. ¡Y aquí estaban ellas, en Argentina!.Cuán difícil era para tantos inmigrantes despertar con un sol extraño, en una ciudad desconocida donde las personas se cruzaban en el vaivén de la calle lejos de saber cómo era el despertar de ellos , allá lejos donde en vez del sol que alumbraba la belleza del día o de las luces que alumbraban a la ciudad con todo su esplendor , para ellos era la luz que alumbraban los cañones al atacar o el fuego de las armas de cada soldado al avanzar. Aquí, en esta nuestra querida patria, nuestro sol las acariciaba en cada despertar..Y las luces de las calles por las noches, las invitaban a pasear , mirar vidrieras, respirar. Aquí el sol para ellas era la paz que supieron soñar... Todos los días en cada amanecer, las noticias de la guerra en los diarios locales e internacionales daban cuenta del dolor de quienes aun estaban bajo el flajelo de ese horror. Tiempo después y en esta tierra, Mery perdió a su madre ,quién no pudo soportar la carga del dolor que allá, había vivido desde niña ..¡Desde muy niña!. Por alguna razón del destino, Mery había llegado a Tucumán y fue aquí donde encontró el amor de su vida y ¡se casó! Los nuevos otoños;inviernos; primaveras y veranos en este Jardín de la República vieron florecer y crecer a los frutos de esa unión:tres hermosos hijos herederos de la paz y de muchos soles de alegrías de esta tierra lo que no pudieron tener ni su madre ni su abuela en aquella Alemania que enceerró sus sueños en una historia de horror.Hijos a los que ella crió con el puro amor de una madre que que quería volcar en ellos el miedo al horror. Madre que muy muchas veces, después de perder a su esposo, no comía en el almuerzo, diciéndoles que lo había almorzado antes, porque debía hacer unos trabajos para entregar:los hijos le preguntaban: __¿QUÉ TRABAJOS MAMÁ__" a lo que ella respondía.__ "Trabajos hijos..trabajos__". Ella lavaba y planchaba ropa de familia en las casas a donde se ofrecía :en invierno; en verano; en primavera;en otoño..También cuidaba niños en su humilde cuarto, porque al morir su esposo, debió salir de allí al aparecer otros dueños de esa casa... Los hijos crecieron y formaron sus propias familias.¡Menos Perla, que quedó con su madre Mery para compartir sus tristezas y alegrías. Unos años después,Mery había perdido la vista.Poco a poco , día a día, sus fuerzas se debilitaron y una silla de ruedas fue su única movilidad.¡Perla siempre con ella ...¡Al pie del cañón! El único hijo varón de Mery, todo un caballero de buen porte, muy buena situación económica, excelente trabajo ,una esposa y tres hijas..¡jamás llegaba a ver a su madre!.El motivo era normal y cotidiano para Perla ; ella trataba de "disfrazar " las excusas de él para que su madre no sufriera.¡Siempre era: __"no tengo tiempo__"...__"tengo que salir con mi mujer y mis hijos__" y siempre así. Una de las últimas semanas de diciembre de esos años ,su hijo..Su único hijo varón, llegó a casa de Mery,estacionó su moderno auto y entró mirando para aquí...Mirando para allá .Solo le tocó al pasar la blanca cabellera de su madre;se sentó y mientras jugaba con la llave de su flamante auto, sin mirar a Perla , su hermana ; sin mirar esos ojos azules de su madre donde había gotas del océano que ella dejó atrás ...Sin mirar esos ojos sin brillo, sin luz, sin vida de su madre, les dijo: __"El sabado cumple años Florencia ,mamá, tú nieta; yo voy a venir a buscarlas.No llamen a ningún remis..Yo vengo a la noche, temprano nomás para llevarlas.No se vayan..Yo vengo___" No le había dejado ni tarjeta, ni dirección ni nada. Mery se sentía muy feliz.Pidió a Perla, su hija, que le comprara un vestido elegante , bonito, discreto y quería que la viniera a peinar la vecina que tenía una peluqería. Perla se sentía confusa, dolida , -no era la manera de hacerles una invitación a dos días de la fiesta pero su madre se veía feliz porque su hijo se había acordado de ellas. Había llegado el sabado .Mery se sentía plena de alegría.Estaba radiante y bella, con su vestido de encaje borra de vino y unos zapatos color marfil que lucía con orgullos sobre los posa pies de su silla de ruedas.¡Aunque sus ojos habían perdido su brillo, la gargantilla alrededor de su cuello eran cientos de pequeñas estrellitas que brillaban.¡Esa joya fue el primer regalo de su difunto esposo, al que veneró y amó tantos años! Eran las veinte horas...Ellas listas..Eran las veintidós horas..Ellas listas...Perla salía de tanto en tanto hasta la puerta de calle para ver si llegaba su hermano...¡El único hijo varón de Mery! Era la medianoche...Ni un llamado telefónico .Ya las tres de la madrugada del día siguiente.Mery dormida en su silla de ruedas de tanto y tanto esperar a su hijo. Al alba Perla tuvo que volver a tratar de convencer a su madre para que sacostara.Mientras le sacaba la ropa de fiesta, Perla le "decía" que él había tenido un problema con el auto y que no lo podía solucionar, que por eso se demoró y no pudo llegar..¡NO !.¡NO ERA CIERTO NADA DE ESO!!. Apenas unos días habían pasado desde ese cumpleaños, cuando Perla intentó hablar con su hermano y contarle como había quedado su madre esperándolo.Nunca pudo lograr hablar con él,pero un primo que había estado en la fiesta le comentó a Perla que la cuñada de ella le había hecho un escándalo cuando supo que él las iba a buscar..¡Y que por supuesto que no fue! Perla había contado muchas veces a mi familia incluida yo, todo lo aquí narrado, desde la llegada a este país de su madre y abuela hasta lo que ocurrió con el cumpleaños.Ella siempre supo que el hermano jamás dio nada a su madre; nunca se enteró de nada porque no atendía cuando lo llamaban por razones de salud de su madre.Su esposa le decía que él andaba muy ocupado, que no lo molestaran.. A los tres meses de la fiesta de cumpleaños, Mery falleció.Y del final de esta historia , mi familia y yo fuimos testigos directas de lo que pasó: llegó el hijo a la sala velatoria, entró de rodillas hasta donde se encontraba el cuerpo de su madre,dando desgarradores gritos de dolor; pidiendo a su madre perdón...¡Perdón!...¡Perdón!...Pidiendo a Dios le devuelva la oportunidad de tener a su madre unos segundos más para escuchar de su boca el perdón.. No pudieron retirarlo.Lo tuvieron que dormir..¡Mery descasa en paz..!..¡Él, su único hijo varón, deambula por las calles porque ha perdido la razón:.Perla es nuestra vecina...La que pasa Navidad y Año Nuevo con nosotras...¡La que me permitió contar esto, que a ella mucho tiempo la hizo sufrir! .LO que su madre ocultaba en el fondo de su corazón hasta que sus ojos sin luz ,se cerraron para brillar en el cielo junto a Dios Raquel
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Raquel
luis jos
Luis J.
Enrique Gonzlez Matas
Buen relato, Raquel.
Un abrazo fraterno.
Raquel
MAVAL
que hasta uno se queda sin palabras para decir algo...
Honrar padre y madre debe ser un mandato de toda vida...y no una tragedia.
te dejo un abrazo.
Raquel