as“Sigue tus sueños y el Universo abrirá puertas, donde antes solo  había paredes.”
 JOSEPH CAMPBELL
 
  Me encantan las frases celebres soy muy aficionado a ellas así como a las metáforas. He sido fiel seguir  de ese conferencista mexicano Miguel Ángel Cornejo, - recién fallecido-, que hacia un uso increíble de las metáforas en todas sus exposiciones.
  Creo  que en  mi camino de aprendizaje, que estoy recorriendo actualmente, me nace el deseo sincero y creo yo, creativo del uso de las frases celebre y las metáforas.
  Aun no sé como emplearlas, pero seguiré tarando de usarlas para sacarle el máximo provecho en mis textos. Repito aun no sé cómo, pero ya encontrare la formula. Me gusta el uso- de ambas, frases celebres y metáforas- porque le dan mucha vida a un texto.
  Otra duda, es que como meta inicial, lo que pretendo es buscar llegar a escribir mi vida en un libro autobiográfico,  y no sé si estas dos alternativas narrativas, tendrían cabida en algo así.
  La idea primordial, a la hora  de resumir mi vida en un libro, es contar, -evidentemente-las diferentes etapas de mi vida, alegría, sufrimentos y acontecimientos importantes que sucedieron a través de mi tormentosa historia. Pero también, no quiero que sea un libro aburrido lleno de sufrimiento y anécdotas, también quiero que el lector, sienta la necesidad de continuar leyendo, pues el libro le ira presentando alternativas, agradables y hasta cierto modo divertidas, y ahi es donde creo que podria utilizar esas herramientas narrativas
  He estado leyendo el libro “Mientras Escribo” de Stephen King, y es magistral la manera de escribir su vida, de una manera muy bella y agradable. Claro el es un escritor consagrado, pero también eso nace y hay que buscarlo dentro de mí, para poder plasmarlo.
  Un ejemplo de esto, es que cuando estaba borracho, el alcohol, me liberaba de mis demonios por unos momentos, aunque luego me volvía a consumir en otros propios de su adicción.
  En eso pocos momentos que disfrutaba, en mis primeros tragos, antes de consumirme  totalmente en mi borrachera, era un joven alegre, feliz, y así actuaba por unos minutos.
  Siempre he pensado, que ese era mi verdadero yo, alegre, feliz, sin demonios internos que manejaran mi vida.
   Fueron muy pocos momentos vividos de esa manera, pero me agradaban mucho.
 
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