Mi Nacimiento.....
Publicado en Feb 14, 2019
“Todos encontrarían su propia vida mucho más interesante, si dejaran de compararla con la de los demás”
HENRY FONDA Naci a mediados del siglo pasado, exactamente a mediados de los años 50. Nací en un pueblo muy hermoso, donde la brisa y las lluvias son cosas de todos los días. Se encuentra como lo llamamos los que hemos vivido ahí, en un “hueco”, dado que se encuentra rodeado de hermosas montanas verdes y al pie de un fabuloso volcán, que para ese tiempo, tenía más de 100 años de no generar ninguna actividad. Dichosamente. Para poder llegar ahí, es necesario bajar una empinada cuesta y así también al viceversa, que solo se podía transitar a caballo, desde los pueblos cercanos. Para salir más al interior del país, solamente existía un medio. El tren. Sus casitas, muy pocas en esos años, eran casitas humildes, pero muy bellas, aunque existían algunas, que podríamos decir, actualmente muy modernas para su época. Rodeada de majestuosos cafetales y cientos de hectáreas de sembradíos de caña de azúcar, que era su principal fuente de producción. Por algo a los que provenimos de esa ahora ciudad, nos llaman los “azucareros”. Algunos le dicen “cielo roto”, por sus constantes aguaceros, cuando uno menos se los espera y durante todo el año. Y que llegan a crear mucho peligro, pues sus intensos ríos, que bajan desde las faldas del volcán, atraviesan la ciudad con gran estruendo, arrastrando toda clase de objetos cuando esas lluvias son intensas, y para terminar de complicar la situación, los ríos cortan de tres la ciudad, causando graves inundaciones muy a menudo. Mi familia vivía en una empinada colina llamado “Corazón de Jesús”, cuya única calle, no era muy fácil de subir diariamente. Al final de esa calle -sin salida- arriba, quedaba la sencilla casa de mi familia, detrás de la de Mielina y Anita, dos tías por parte de mi madre, y hacia la derecha la casa de los Quiroz, tía de parte de mi padre , quedando al fondo y al final de la calle la casa de los Pereyra, familia numerosa y que al cabo de los anos, el jefe de hogar el “Macho” formaría parte del grupo de alcohólicos anónimos que fundaría mi padre. Bajando la cuesta, a medio camino, Vivian los Salazar, donde Juanjo, era tío de parte de mi padre. Además también en esa calle o cuesta, habitaban los García, Los fumaros, los Sánchez y otras familias más, de cuyo nombre no me acuerdo... En esa casita, llegue yo al mundo, un día del mes de marzo del año 54, donde ya habían llegado mis dos hermanos mayores. Yo nací, como nacían los niños en ese tiempo, en esas humildes casas, donde mi madre fue atendida, por paulita, la matrona y partera del pueblo en ese tiempo, Paulita, era famosa, porque siempre tuvo un 100 por ciento de efectividad- cosa que no se si seria cierto- o sea que nunca se le había muerto ningún niño. Ella misma era la que había recibido a este mundo, a mi padre y mis tíos y la mayoría de mi familia. Según cuentan algunos familiares, era un niño, muy rubio, y muy saludable, y además catalogaban como muy lindo. Así fue como pase a formar parte de esta familia, como el numero tres en llegar, los tres varones y a la que luego se unirían, cuatro mujeres más para formar una familia de siete, no muy numerosa para esos tiempos. Mi padre tenía cierto prestigio a nivel de la ciudad, ya que era el secretario municipal, de un pueblo en constante crecimiento y que para esos tiempos, no tenía mucha población, con aspiraciones políticas. Y eso en un futuro me llegaría a perjudicar fuertemente Mi vida en un principio, era la de un niño normal, podemos decir, con sus travesuras normales, y lloradas de mas también normales. Se quedo decir que el mismo pueblo donde nací, y que describí en un principio, no era tan bonito ni tan agradable, al principio del siglo, porque en esa época era un lugar lejano y selvático de la capital, y ahí enviaban a los reos peligrosos de la época como castigo. Claro cuando llegue a este mundo, ya eso había terminado, y el pueblo lo conformaban gente inmigrante en busca de un mejor porvenir. También era la entrada a la zona atlántica o caribeña, donde solo se podía llegar y salir por tren, como dije anteriormente. Lo curioso del asunto, que para esos tiempos, debido a la segregación racial. Los negros, en su mayoría jamaiquinos, que habían sido traídos para la construcción de la línea férrea, ya que eran los únicos que aguantaban las fuertes inclemencias del tiempo, y las enfermedades como la malaria y las picaduras de serpientes, no les dejaban pasar de nuestro pueblo hacia el interior del país. Hasta ahí tenían derecho de viajar, razón por la cual muchos de ellos se radicaron en nuestro pueblo. Volviendo a mi niñez, cuando empecé a caminar y hacer desastres en mi casa, fue cuando empezaron mis problemas y mi vida cambiaria para siempre. Si leyó esto por casualidad, me gustaría que me dejara su E-mail, para que reciba de primera mano, mis artículos de camino a escribir mi libro.
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