El Camin de la Basura.
Publicado en Feb 16, 2019
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    “Me subí a un taxi rumbo a la estación central del ferrocarril, y cuando íbamos por el carril de la derecha, casi nos estrellamos con un carro que así de repente y de la nada salió como un bólido de donde estaba estacionado.
   El conductor del taxi en que iba logro frenar a todo lo que daba, el taxi derrapo y por un pelo de rana, casi le pegamos al auto que quedo frente a nosotros.
   Después de esto el conductor del otro auto, el tipo que casi causo el accidente,  asomo su cabeza  por la ventanilla y comenzó a gritarnos una cantidad horrible  de insultos y majaderías.
   Todavía recuperándome del susto, lo que acabo sacándome de mis casillas. Fue la actitud del chofer de mi taxi, que de una forma  muy amistosa y cortes, le reía y saludaba con la mano al conductor del otro auto.
   Yo estaba furioso y confundido, pero no me quede con las ganas y le pregunte al chofer de mi taxi, que porque se ponía a sonreír y a saludar al tipo que casi nos hizo chocar, arruinar su taxi de por poco enviarnos al hospital.
   Entonces el chofer del taxi, me conto con voz pausada, lo que ahora yo llamo la “La ley del camión de la basura”
   Mire me dijo, ¿ve aquel camión de la basura ¿si le dije, y eso que tiene que ver? Pues así como esos camiones de basura existen, hay muchas personas que van por la vida llenos de basura, fustracion,rabia y decepción. Tan pronto como la basura se les va acumulando, necesitan un lugar donde vaciarla, y si usted los deja, le vaciarían su basura, su decepciones, sus rabias y sus frustraciones. Por eso cuando alguien quiere vaciar su basura en mí, no me lo tomo personal, sino tan solo sonrió, le saludo, le deseo todo el bien del mundo  y sigo mi camino. Hágalo usted también y le agradara el haberlo hecho, se lo garantizo.”
   Yo llegue a este mundo un 18 de marzo de 1954, llegue sanito, robusto, muy rubio, y muy bello según decían los vecinos.
    En el barrio la colina, todo fue alegría con el nuevo miembro de mi familia, los vecinos, la gran mayoría familias de mis padres, nos visitaban y me llenaban de regalos. Era el tercer hijo de mi familia, y todo estaban sumamente felices y agradecidos con dona Paulita, la partera, por haberme traído sano y salvo a este mundo.
   Conforme fui creciendo, fueron llegando más miembros a mi familia, que al final, la completamos 7 hijos, con cuatro hermanas, que llegaron después de mí. La única diferencia, era que mis hermanas habían nacido en el barrio  Cantarranas, donde nos habíamos mudado, como se llamaba en ese entonces, por la cantidad, increíble de ranas, que pasaban croando, en los suampos de ese barrio, que apenas se empezaba a formar,
Mi padre había comprado su lote, en un lugar, que parecía un poco alejado del centro del pueblo, y apenas estaba en formación, nuestra casa fue la segunda que se construyo muy cerca del rio colorado, que cruzaba el pueblo, por el centro, y que cuando llovía fuerte arrastraba todo su paso, por suerte, mi casa estaba lo  justo de lejos para no vernos afectados. El nuevo barrio, ni siquiera tenía nombre, ni calles ni divisiones,  y solo era conocido, por sus suampos y sus ranas cantoras, día y noche.    
   Ahí continuo mi crecimiento, y cuando empecé a caminar mas grandes eran mis  danos a todo lo que se cruzaba en   mi camino. Con el tiempo, y comparándome con mis dos hermanos mayores, se empezaron dar cuenta, de que ese tercer hijo, era demasiado tequioso, como decía mi abuela, y no paraba de hacer danos, durante todo el día, además de que no se quedaba quieto ni un segundo, cosa que no pasaba con mis dos hermanos más grandes.
   Con mi crecimiento, también crecían los problemas, danos por doquier y no había manera de controlarme, y eso empezó a colmar la paciencia de mis padres, que con siete hijos, ya tenían suficiente trabajo, como para tener uno que les daba mucho trabajo y no había manera de que hiciera caso.
   Tal vez creyeron que cuando creciera y lo pusieran al kínder a y a la escuela, las cosas mejorarían, pero, para decepción de ellos, no hubo tal mejoría y más bien los problemas se acrecentaron.
   Al no haber manera de control, y con seis hijos más, que también, daban sus problemas, pero como meninos normales, a mi padre se le lleno, la cabeza de basura de su trabajo y el de la crianza de sus hijos, exploto busco un lugar donde depositar toda esa frustración ira, y problemas.
   Ahí, empezó  la destrucción de una vida, que recién conocía el mundo y el cual no tenía la culpa de haber nacido como nació y donde nació. Aquel niño, sanito, robusto, rubio y muy bello según los vecinos de repente se convirtió “EN UN CAMION DE LA BASURA”...
 
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Foto del autor Jos solano
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Descripción

El camion de la Basura...

Palabras Clave: dolor sufrir basura camion vecinos nacio bello maltrato

Categoría: Artculos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones



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