Hoy es un día de esos, donde amanecí muy bajo de pilas y me ha costado, ponerme a hilvanar ideas, para la escritura de hoy.
   Ha pasado inclusive, que tenía que ir al gimnasio, pero al final decidí no ir.
   Son días muy comunes en mi vida, a veces creo que demasiado comunes, pero bueno, al final, tengo que hacer un esfuerzo muy grande para poder iniciar cualquier cosa. Son problemas que me han seguido durante toda mi vida, son parte de mí ser, he luchado muy fuerte por sacarlos de mis adentros, pero no ha sido posible.
   Tengo problemas con mi tiroides, padezco de “hipotiroidismo”, y para terminar de complicar mi vida, sus síntomas son muy parecidos a la ansiedad, la otra parte de mi yo.
   Tengo que aceptarlo, lo que me está pasando, es producto, de mis medicamentos para este mal, se me agotaron, y aun no he podido  volver a cargarlos en la farmacia, Porque?, bueno se me venció mi seguro de salud, y en este país estas muerto sino temes seguro de salud, porque el costo de los medicamentos sin seguro, es increíblemente alto, fuera del alcance de cualquier persona de clase media.
   El vencimiento de mi seguro, no es ningún descuido, es simplemente que a partir del próximo mes, ya cumplo mis 65 primaveras, por lo cual ya solicite mi pensión, (pequeña por cierto), la cual trae adherida un seguro obligatorio del gobierno, y eso no me permite tener un seguro regular de salud.
   Así es que hasta el primero del siguiente mes , podre hacer uso de mi seguro nuevo y rellenar mis medicinas, de suerte que el medicamento para mi ansiedad, aun tengo suficientes.
   Dice mi hija “que todo lo que pasa en nuestras  vida, es por alguna razón”, y son palabras mágicas, así s que esa es la razón por la cual, mi sistema esta extrañando su dosis diaria de su medicamento.
   Así es que creo, que muchos días como los de hoy, tendré que vivir antes de poder acceder a mi nuevo seguro.
   Van a ser días donde tendré que pedirle permiso a un pie para mover el otro.