Júrame que cada palabra que me has dicho y escrito es cierta, que eres tu quien no me fallaría, quien no me engañaría, que cada palabra que ha salido de ti, ha salido de tu corazón, de verdad, no sabes cuantas veces he confiado en gente que me ha mentido quiero confiar en ti y no quiero volver a caer en eso, pues como tú lo dijiste una traición de ti dolería mucho más que de cualquier otra persona.
Sé que debo confiar en ti, pero no sé cómo hacerlo, te pedí y te roge sinceridad aunque seamos incapaces de serlo con nadie en este momento, me gusta la verdad aun que consiga dolor.
No quiero dañar a nadie, aun que me duela no  sentirte, aunque pueda doler, no besarte, si se trata de dañar a alguien prefiero escapar a caer en tus brazos y en tus labios. 
Sé que tal vez te pueda dañar con esta suposición, pero ya no puedo con esta tortura que me ataca al corazón, al alma.
La culpa de quererte me delata, entiendo que tanto tú como yo somos prohibidos,
dame el aliento para continuar aun sabiendo que quiero abdicar.
Apiádate de mis silencios, de la poca cordura que en mi aun habita.
Apiádate de mis dudas y del poco amor hacía el.
Por piedad piensa un poco en los demás y no tanto en ti y en tu sentir.
Ten piedad de la escasa calma que aún tengo y del nulo recurso de paciencia en mí, dime la verdad aunque no lo soporte, dime lo que piensas y lo que sientes aunque no sea lo que esperé.                                                                                                                                       Por favor por piedad piensa en mí y ya no en ti y en tu deseó egoísta de querer sentir y querer tocarme la piel si no vas a tocarme el alma, dime la verdad aunque lastime aunque hiera, por favor dime la verdad...