SER MADRE
¿Qué es ser madre? Hoy a las 6 am abrazando a mi hijo de 19 meses intentándolo calmar con mis brazos tras una noche larga y llena de despertares nocturnos, he pensado en esto. Ser madre. Cuántas veces en mi infancia he oído decir: “lo entenderás cuando seas madre”.
 
 Si es cierto, aprendes a valorar muchas cosas cuando eres madre pero entenderlo es otro asunto. Valoras a tu mama y su esfuerzo, valoras las horas de sueño que tienes, valoras la buena educación, valoras los consejos, pero hoy me he parado a pensar ¿qué significa ser mamá para mi?
 
No lo digo en mi mejor momento, en realidad estoy ahroa mismo de madrugada, en medio de un salón sucio, desordenado, con una tele recientemente rota y lleno de juguetes hasta en los lugares más insólitos. Despeinada, somnolienta, triste y alegre (ambigüedades que solo una mamá comprende…)
 
Ser madre significa no hacer planes. Recuerdo vagamente, porque toda la crianza ha sido como un turbión, estar tumbada en mi anterior casa con una barriga enorme y decir que haría planes cada semana con mis hijos, que los llevaría a conocer sitios nuevos cada vez que pudiera, que saldríamos de paseo todos los días…hoy 2 años después puedo decir que los sueños de una futura mamá se ven empañados muchas veces con realidades que muchas veces nos superan sin saber gestionar.
 
Dios ha sido maravilloso conmigo y no lo hecho de mi lado. He recurrido tantas madrugadas a Él para que les proporcione paz en medio de llantos interminables, he buscado sus sabios consejos en Su Palabra o he suplicado que me proporcione una dosis más de paciencia en días donde no dejan de hacerme trastadas. Él es Padre y sé perfectamente que Él muchas veces nos mira y nos ve llorando o haciendo de las nuestras y creo que le darían ganas de freírnos, pero nos ama y nos ayuda y nos proporciona salidas.
 
Muchas veces necesito respirar fuera, en un rincón de mi pequeño piso sin nadie a mi alrededor para poder decir ¿pero por qué me vi envuelta en esto? ¿cuándo pensé que ser madre era lo mejor para mí? (no digamos para mi pareja)
 
No, lo siento, aunque soy cristiana y conozco lo que Él desea de mí, no voy a decir que lo mejor de mi vida ha sido ser madre porque he tenido momentos mejores, mucho mejores. Pero sí hay algo de cierto, TE CAMBIA LA VIDA.
 
No me centro en ver desde una perspectiva agotada y derrotista la maternidad, sino que tantas mujeres en mi Baby Shower y a lo largo de mi corto embarazo me dijeron como promesas solidas cosas tan bellas que luego fueron idealismos que quisieron venderme. Humo que desaparece en la primera desvelada. Y que me han frustrado, porque quizás me sentía mala madre por no sentir ni vivir todo lo que me dijeron que sería.
 
No es porque son dos, no es porque son pequeños, no es porque no son buenos dormilones, no es porque estoy saturada, ni porque necesito vacaciones…es porque SOY MADRE.
 
Ser madre significa saber tomar un rol que muchas veces es agrio y desesperante con tonos dulces cuando los tomas en tu regazo y solo duerman bajo tu olor y caricias, pero lleno de retos que superan tu misma salud mental o física.
Y aquí me encuentro hablando conmigo misma queriendo dormir, pero despierta porque no sé si volverán a llorar, pegada a un ordenador intentando empujarme a mí misma a saber que es lo mejor para conciliar esta vida nueva. Creo que a pesar del tiempo todavía me cuesta mucho aceptar mi maternidad.
No me da vergüenza decir que me he arrepentido muchas veces de esto, pero no los cambio, los amo y mucho. No sabría qué hacer si les pasa algo y no quiero tenerlos fuera de mi vida. Pero la maternidad implica un riesgo a saber que no volverás jamás a ser la misma.
 
Ser madre…qué gran conjunto de ideas, enseñanzas, virtudes, “desvirtudes”, retos y aprendizajes que todavía estoy dispuesta a aprender a lo largo de toda mi vida.