Mayo 01 de 2019  
  
 
   Menudo y pequeño. Gracioso y travieso. De mirada tierna y sincera que iluminaba  hasta al aire a través de sus hermosos  ojos  negros abrigando en ellos  sus pestañas con un largo y descontrolado flequillo que sobre ellas caía. 
  De sonrisa perpetua y andar callejero , silbando desde el alba improvisadas melodías  para que el viento y la tierra que levantaba lo escucharan con su armonioso saludo al pasar.  En sus manos no faltaba nunca una honda confeccionada con gran maestría arquitectónica por él mismo, tan solo buscando una horqueta de alguna rama del árbol y  donde se juntaba el tronco con la rama ya era justo lo que necesitaba.
  En los extremos superiores de esa horqueta ataba ,dándose maña con total experiencia, dos tiras de goma que pedía cuando se le pinchaba la bicicleta a alguien y colocándole un pedazo de cuero , que también conseguía por ahí, dejaba listo su tira proyectil mientras vaciaba sus bolsillos de piedras recogidas por el camino. Pero solo era para asustar a los pájaros que volaban por el campo o a los  que solo se posaban en los largos y añejados alambrados que encerraban la maleza  que otrora, fue sembradío. 
  Cuando pasaba sin prisa, sin dirección montado en su flaco caballo sonriendo con sus prolijos y blancos dientes que brillaban más que nunca cuando los iluminaba el sol , iba siempre silbando y por supuesto ,provocando un revuelo  de trinar con su puntería.
 Tizón, su caballo, era tan flaco como él y también tenía un largo flequillo que le tapaba sus  ojos pero continuaba de memoria por el camnino moviendo sus caidas orejas al compás de los silbidos,
  "Piolín", el pequeño niño,  era de aquel pueblo  olvidado, de ese que muchos años despues pasó a llamarse "Pueblo El rey " (Aqui yace el rey) de donde era Simona , la que se había casado con el rey.  Niño frágil de unos ocho o nueve años de edad, aunque por su apariencia física se le daba de cinco o seis años. Los habitantes de ese pueblo lo habían bautizado , cariñosamente , desde muy bebé con este apodo de "Piolín" por ser tan frágil ,tan tierno, tan delgado. ¡Demasiado delgado con bajo peso pero  extremadamente feliz! .
  Nieto y joya dorada de don Fermín. Hombre recto, justo , de pocas palabras, vecino , solidario sincero y leal.  Hombre que jamás apoyaba ningún pleito en el pueblo pero sí lo hacía con Simona en sus acertadas y sabias decisiones . 
   De cuatro hijas de don Fermín , tres ya habían dejado el pueblo. La cuarta había dado a luz a "Piolín" en pleno campo , entre los alambrados. Tenía mucho miedo que su padre se enterara y le viniera  algo...¡Un ataque de algo!, más todavía al saber que su novio la había abandonado sin ninguna explicación.
   Dejó al bebé "Piolín " con él, no sin antes escuchar todas las expresiones verbales de la época que calaron fuerte en su arrepentimiento y llanto mientras le pedía  a su padre que se  calmara. 
   Días después se marchó a buscar fortuna en el gran Buenos Aires ,¡y no regresó jamás!!  El niño creció feliz entre su inocente manera de ver la pobreza en su vida. En ese entonces, cuando  recién llegado , "el rey" desplegaba su mercadería para ofrecer a los pobladores a diestra y siniestra de todo y para todos.  Don fermín no quería que su nieto merodeara por ahí, porque él decía que "el rey"  era un diablo que había llegado para desordenar al pueblo y que  sin él , podían subsistir orgullosamente con lo que tenían y más todavía con la propia manera de ser de ellos mismos: honestos , sencillos , trabajadores  y humildes de corazón.. 
  Cuando el rey murió, ¡volvió a tener vida el único almacén que había existido allí; la gente del pueblo volvió  día a día a, con plata en mano a comprar , lo que antes no sucedía así. La mercadería que tenía era sustentada por un hijo potentado que vivía en una ciudad, muy lejos y cada mes de una u otra manera le hacía llegar. 
   Pero, el dueño se había cobrado con todo el pueblo el olvido por  ese único almacén, siendo que él los "aguantaba" hasta que pudieran cobrar , a veces llevaban dos o tres meses sin tener dinero .¡Pero él los esperaba igual !!   
   Sucede que en esta oportunidad no fue así. Decidió colocar un letrero bien pegado en puertas ventanas y todo lugar vacío ,  muy bien escrito (seguro que el hijo lo hizo)  y que decía con  letras grandes , claras y bien coloreadas:                      
                             "___HOY NO FÍO...MAÑANA SÍ" -___   
   Todos y cada uno de los habitantes del pueblo quedaron sorprendidos por esta justa razón. No había manera que el almacenero vuelva a ser el de antes con ellos. ¡Ni poniéndose de rodillas!, ¡ ni zapateando por el dolor de muelas porque hasta aspirinas vendía o jarabe para la tos, o jabón , o lo que sea...Más de lo que tenía el rey aquel , que seguro que se arrancaba las prendas por salir de donde estaba..! 
   Don Fermín había enfermado . Fue un día de semana en que los trabajadores estaban en las fincas. Las mujeres llevando a sus hijos a la única escuela a unos kilómetros de allí.
  Piolín , con su abuelo que  apenas podía hablar por un fuerte estado gripal que tenía. Mandó a su nieto a pedir unas aspirinas ,  jarabe para la tos , una bolsa para agua caliente porque sus pies estaban helados , yuyos para un té, algo para el resfrío. un colcha... ¡En fin.! Lo que lo pudiera aliviar un poco. 
 El niño había llegado al almacén montado en su flaco caballo "Tizón". Casi como tirándose hasta el suelo, bajó de un salto  y entró al almacén . Pidió todo lo que su abuelo necesitaba.
 El dueño, descendiente directo de árabes , miró a Piolín y le preguntó:        
                __" ¿No sabes leer acaso..?. ¡Qué dice ahí.__" 
   Señalándole  en el letrero, con paciencia, letra por letra tocando con un palo de escoba le volvía a preguntarle:      
  __"¿Qué dice ahí...?...¿no te ha enseñado a leer tu abuelo siendo él tan recto , tan justo,              tan sabio? .Vamos , leamos juntos . Aquí dice: "HOY NO FÍO...MAÑANA SÍ." así que                  así decile a tu abuelo. Y ya estoy por cerrar__"  
 Y comenzó a cerrar las puertas. Piolín regresó a lo de su abuelo y le contó todo y con gran entusiasmo e inocencia le comentaba que "mañana" iba a fiar.
  Al día siguiente, volvió Piolín y escuchó que el almacenero le decía lo mismo a una vecina ,  se dio vuelta y regresó  a su caida casita  encontrando a don Fermín dormido..
  No hacía ruido para no despertarlo y si lo0 hacía , trataba de cebarle mate y entretenerlo hasta que se volviera a dormir , ¡no tenía todavía lo que necesitaba para que el abuelo curara. ¡Pero él tenía un plan!! 
   Llegada la noche, Piolín no estaba en casa . Su abuelo no había mejorado..Muy temprano, esa mañana los trabajadores de las fincas encontraron al niño sentado en el umbral de la puerta del almacén con la cabeza sobre sus rodillas, dormido.  Acercándose a él, lo despertaron y le preguntaron porqué estaba allí y a esas horas.  Piolín, con la luz de sus grandes y negros ojos, les respondió: 
 __"Es que mi abuelo está enfermo y don Abat  ha leido el letrero que dice que hoy no iba a fiar y que mañana sí, por eso estoy aquí temprano porque ahora es mañana y a doña María le ha dicho lo mismo y yo quiero ser el primero___"  
Se miraron todos .¡No había más palabras..!.Nada para decir ya . Solo un nudo comenzaba a  a cortar con mucho dolor e impotencia cada garganta de los allí se pararon para hablar con el niño . Para hablar con Piolín__ ¡Nada más que repetir en sus mentes:"Hoy no fío..Mañana sí"
                                                      Raquel