Mayo  07 de 2019    
 
 
  Furiosas y despiadadas brisas llegan  
  anunciando que la lluvia ya  habrá de 
  bajar en medio de nubes  arrogantes
  y pesadas desplazando al sol que,
  avergonzado y cabizbajo ,se tendrá
  que retirar para que ellas...
  ¡ellas ocupen su lugar..! 
  Aquellos jilgueros. Aquellas calandrias 
  revolucionan el aire con desesperado
  trinar porque en coreográficas figuras,
  se marchan de la verjan e intentan
  posarse entre los árboles que en la
  vereda están.
  Aquietando sus alas se preparan para 
  descansar, pero las brisas furiosas, en  
  sus capullos de plumas escondidas ellas 
  están y así, ¡con soplo de tormenta a
  ellos  arrancan del lugar..! 
  Vencida y temerosa la tarde se tiene
  que marchar, pero los pobres jilgueros ,
  las  calandrias chillonas ,¡no tienen a
  donde quedar..! 
  El sol, ¡se enfurece! y entre las bravas
  nubes se abre paso y ahí, ¡más que
  nunca comienza a brillar.!
  La copa de aquél árbol se ilumina con 
  tamaña felicidad , en la ternura y tibieza
  de sus ramas, jilgueros y calandrias
  ¡comienzan a soñar !. 
  Las hojas aterciopeladas de encantada
  ilusión los abrigan con cuidado porque 
  el rocío los habrá de mojar... 
  El sol , su tibio beso les hace llegar, y
  corre a las brisas que junto a las nubes
   y a la lluvia ¡se marchan para no regresar! 
   Un dulce encuentro en un remanso de paz
  sorprende a la luna que sonriente y muy 
  complacida , ilumina ese  momento al mirar
   mientras las estrellas se pasan el secreto:
            __" ¡Silencio..!
  jilgueros y calandrias en romántico momentos
   descansan ENTRE IDILIOS y TRINOS__"
             ¡No molestar!.                                      
                                      Raquel