Tan solo Buena Siembra , patrn!
Publicado en May 08, 2019
Mayo 07 de 2019 Sacaba de aquí...Sacaba de allá. Ponía aquí...Ponía allá. Parecía ser que su trabajo no iba a terminar jamás. Cuenta la historia que , por aquellos años, el trabajo se hacía cada vez más caótico en el campo:por el clima; la lejanía de centros poblados ; la falta de herramientas que utilizaban todos los días y todos los años , como ser: palas, picos, rastrillos, carretillas, pinzas,alambres para cercar..Es decir, de todo y para todos. Sucedía que al romperse algunas piezas de las maquinarias (tractores con disco de arado , camiones , trilladoras , etc) se debía esperar mucho tiempo para la solución :entre anoticiar a los dueños del campo sembrado, buscar respuestos, contratar a los técnicos idóneos en la materia para los eventuales arreglos..y un sin fin de contratiempos más, y entonces, mientras esto ocurría pasaban horas, días, semanas ¡y porqué no! , hasta meses y más meses... El clima no favorecía para la siembra de la soja, en este caso...Los veranos demasiados calientes, con altas temperaturas y mucha humedad. sumado las intempestivas lluvias que causaban estragos anegando caminos , dejando aguas estancadas en cada surcos , dificultando la limpieza del lugar por quedar como barro duro e impenetrable , lluvias que terminaban en inundaciones alejando todo tipo de soluciones requeridas para los trabajos en la finca. Los inviernos cubiertos de escarchas que dificultaba todo tipo de sembrados, quemando con su frío las plantas, inutilizándolas con madrugadas vestidas de blanco por las heladas,encontraban ya en la finca a los trabajadores , quienes debían cumplir a como dé lugar con su trabajo, sin importar que se sientan enfermos o que tengan que hacer algún trámite personal ese día...¡No!. Debían ir o ir a trabajar., porque la letanía del capataz era: __"Con el trabajo se cumple o se cumple, es el pan de cada día..El que no trabaja, no cobra , no importa lo que les pase__" Al comenzar cada año de preparación de la tierra para la siembra y posterior cosecha en este caso de la soja, además de los trabajadores de la zona, llegaban jovenes y también mayores padres de familia muchos de ellos, en busca de un trabajo. Entre ellos llegó él: Nelson era su nombre. Provenía de una zona del norte argentino con un currículum que afloraba ya en su piel: de rostro que guardaba acoples de verdadero sufrimiento de vida, quizá desde el vientre de su madre. De mirada tranquila sin espacio para la esperanza , la que nunca estuvo en sus deseo o sueños . En sus manos callosas estaba el ADN de las peladas de caña, del arrancar yuyos y remover la tierra, delatada por sus uñas..De sonrisa abierta de un sol pleno de luz de su tierra salteña iluminando todo el lugar. Mediana estatura pero de fuertes y largos huesos en sus brazos, ágiles ante los movimientos que el trabajo requería. Llegó al campo "haciendo dedo" hasta por lo menos a una zona cercana a la finca. Solo portaba en sus espalda una gastada mochila en la que seguramente traía una muda de ropa para el día sabado porque, seguro que alguien lo invitaría a "conocer el pueblo" . En un costado de su cintura sostenida en el cinto , tenía una gorra con visera para cubrirse del sol. Hacia el otro costado de la cintura, amarrado un látigo que según sus dichos, era para defenderse de los perros ocacionales que lo pudieran atacar. Nelson se había presentado ante los dueños de la finca en una de las pocas visitas que ellos hacían ya que vivían en la gran ciudad y se pasaban viajando... viajando...viajando hacia el exterior. Con gran educación, Nelson contestaba todas las preguntas que ellos le hacían con un: ___¡"Sí patrón!__"...__¡"No patrón!"....__"¡Sï patrón !"...___"¡No patrón!"__ Cada amanecer, los trabajadores emprendían su camino hacia las fincas. Allí les esperaba una larga y sufrida jornada hasta que la tarde se retiraba a dormir. Al llegar al lugar, encontraban ya a Nelson trabajando en la tierra..¡Pero también encontraba un fuego al rojo vivo prendido en un espacio más distante y sobre él, en improvisada parrilla, la cafetera con agua hierviendo, rodajas de pan tostadas (pan que Nelson guardaba en los almuerzos y que sus compañeros no comían). ¡Todo era sorpresa !. Nelson se había ganado el cariño y el respeto de todos sus compañeros..¡Y del capataz! nada más ni nada menos. También había despertado curiosidad cuando en varias oportunidades de descanso Nelson se alejaba del grupo y con una pala se lo veía trabajar en determinadas parcelas de la tierra: sacaba de aquí...Sacaba de allá...Ponía aquí...Ponía allá ¡era tierra que cambiaba de lugar!!.no faltó uno de sus compañeros que pensaba y comentaba en corrillo que Nelson estaba loco, es mas, tomaron esa actividad de sacar y poner tierra como un pasatiempo o también como que era timido y que le costaba compartir con sus compañeros.. En algún momento, le preguntaron y él les respondió: __"Mi padre me enseñó que si la tierra no era productiva se la debía cambiar y que comparta con otra...Que era como cambiar de ambiente para sentirse mejor ,como nos pasa a nosotros los humanos cuando nos sentimos rutinarios en el mismo lugar siempre___" En cada "visita" que hacía los dueños de la finca cuando debían pagar al personal, se quejaban siempre de la "empobrecida" cosecha que realizaban culpando siempre al clima, a la tierra poca productiva, a la falta de mano de obra, a la poca dedicación de los trabajadores...Al viento, al sol, a la luna, al agua...¡Bueno..! culpaban a todo lo que ellos imaginaban o suponían..Ya era natural para quienes los escuchaban y también eran "no creyentes" de influjos curativos de cizañas que afectaban a la cosecha. En una nueva jornada de pago llegaron ellos, los patrones con el pago para sus obreros. Al recorrer por el costado el largo camino que bordeaba la finca , se habían quedado asombrados al ver doradas plantas de soja levantadas altivamente mirando hacia el cielo..El sol había quedado envidiando tanta belleza , tanta postura , tanto vigor . ¡El campo estaba de fiesta en el escenario mayor!. La soja se mostraba en todo su esplendor.. Asombrados , sin palabras , sin explicación descendieron de sus autos y con gran sastifacción exclamaron: __"¡Dios mío!!, ¿qué ha pasado aquí? ¡Qué maravilla..qué placer es ver esto, qué milagro Señor__" LLeno de gozo de dirigió hacia los trabajadores para expresarles su agradecimiento repitiendo: __" Dios mío, ¿qué ha pasado aquí__" Todos miraron a Nelson sin decir palabras...La pregunta se volvió a escuchar mientras miraban a Nelson..Él, arrugando la gorra entre sus manos , cabeza y mirada hacia abajo solo respondió: __"Buena siembra patrón __" Uno de ellos, abrazó fuertemente a Nelson dándoles palmadas en su espalda mientras él repetía: __" TAN SOLO BUENA SIEMBRA PATRÓN... TAN SOLO BUENA SIEMBRA PATRÓN___" ............... Rq "NO HACE FALTA HACER RUIDO PARA DEJAR HUELLAS..."
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Elvia Gonzalez
Raquel
Enrique Gonzlez Matas
Enhorabuena por tus descripciones y conocimiento de los ambientes ciudadanos y campestres.
Un abrazo.
Raquel
¿Sabes una cosa Enrique'?.ayer vino a casa una tía, hija de mi abuelo y nos mostró un acta de nacimiento y lugar donde él nació y vivió: el pueblo LANTEJUELA...MARCHENA..SEVILLA...Fue bautizado en la Iglesia Matriz frente a la PLAZA MAYOR..Perdóname, solo quería compartirlo contigo...Gracias besos Raquel
Enrique Gonzlez Matas
Como esas historias reales son interesantes, te animo, Raquel, a que continúes con ellas, ya que son fuente de literatura.
Un buen abrazo para ti.
Raquel