PROTESTA SOCIAL
Publicado en Jun 08, 2019
Desde posiciones de trabajo y estudios privilegiados, muchos creen defender sus derechos individuales destruyendo lo que con el esfuerzo de todos hemos construido a lo largo de nuestra historia, olvidando que los derechos personales no se garantizan atropellando al resto de la sociedad. Algunos piensan que de tirar piedras para causar destrozos surgen las “oportunidades” que ellos mismos no han sabido desarrollar porque les falta la voluntad y el esfuerzo personal y familiar fundamentales para alcanzar los logros anhelados.
Ningún programa social de ningún gobierno de ningún modelo político o económico puede reemplazar la voluntad y el esfuerzo personal y familiar; las “oportunidades” que derivan en todo tipo de logros y conquistas no son sino el reflejo del trabajo organizado y comprometido con un objetivo. Reclaman apoyo y solidaridad al pueblo colombiano mientras le destruyen su transporte público, sus carreteras, sus edificios y monumentos; demandan del resto de la sociedad refuerzo y adhesión al tiempo que saquean sus negocios y asesinan a sus policías, también impiden que funcione el acceso a escuelas y hospitales. Imponen, fuerzan, obligan un apoyo y una solidaridad de las cuales ellos carecen por completo; no les importa quién o cómo la población sea afectada al defender su causa; lógicamente tampoco son los que arreglan lo que dañaron y menos son los que pagan esos arreglos, estos toca pagarlos con la plata de todos; sin pretender decir que sean ricos o millonarios, sí son sueldos y salarios muy superiores a los del resto de ciudadanos, que no recibimos ni tierras gratis, ni dos o tres pensiones más un sueldo, etc. La protesta social en Colombia ha pasado a ser un movimiento de grotesco vandalismo al servicio de intereses particulares, que desdibuja su esencia y filosofía cada vez más dejando de ser el reclamo justo de unos derechos para dejar ver una banda de delincuentes que bombardean al estado al mismo tiempo que están viviendo de él… Quienes hoy en día ya somos adultos mayores, sí sabemos lo que es fabricar nuestras propias oportunidades, a falta de papá rico (estado) repartiendo la mermelada (auxilios, tierras, etc.) en la mesa de sus hijos, nos tocó ganarnos la vida a pulso, a fuerza de trabajo y esfuerzo personal, gracias a lo cual no tuvimos que “obedecer para agradecer”, la esencia de la triste esclavitud moderna… Quienes hoy en día ya somos adultos mayores, entendemos que la vida hay que ganársela, que lo que hoy es gratis, mañana lo cobran muy caro, en consecuencia “en vez de mendigar nos pusimos a trabajar…”…
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Elvia Gonzalez
Magnolia Stella Correa Martinez
Daniel Florentino Lpez
que admite múltiples abordajes
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Raquel
Magnolia Stella Correa Martinez