17.01.16
Tranquilo.
El corazón se relaja con una briza venida desde una pradera ubicada lejos en algún lugar del firmamento, la luz se detiene a descansar un momento a mi lado y me habla de su cansancio y constante presencia en todo, me cuenta de lo mucho que le gustaría dormir un rato al abrazo de la oscuridad, pero su energía es tan fuerte y constante que esta se espanta a su llegada y se desvanece para no volver.
Una eternidad despierta me dice que no es agradable, luego me comenta de lo afortunado que es el hombre, ya que con solo cerrar los ojos puede dormir y a la vez es valiente ya que entra inconsciente a un mundo de sueños del cual nunca se sabe si volverá o no… Pronto guarda silencio y no  me habla más.
Me estiro de espaldas sobre el pasto suave y veo en tranquilidad como las nubes forman  diferentes figuras con un lienzo azul de fondo que destaca en toda su profundidad de sentido.
Energías limpias bañan mi cuerpo, aire fresco rebosa mis pulmones, un relajo inesperado se apodera de mi  y me dispongo a dormir una tranquila siesta en esta pampa de infinita inspiración.