Un rompecabezas se conforma de un sinnúmero de piezas que al formarlo se logra una meta: un hermoso paisaje, un dibujo animado, etc. Cada pieza importa y es necesaria para que tu objetivo quede bien.
¿Qué sucede si perdemos una pieza? Al perder una pieza de nuestro rompecabezas nuestro objetivo pierde la forma y nos agobiamos por poder encontrarla, tratamos de  colocar cualquiera, pero notamos que ninguna encaja. Desde entonces perdemos la paciencia, o nos damos por vencido.
Miraremos constantemente nuestro rompecabezas armado a medias, vamos a sentirnos inconformes, derrotados y sin esperanzas de volver a encontrar la pieza que complete nuestro puzle.
¿Qué pasa si nunca volvemos a encontrar la pieza? Tenemos varias alternativas:
·         Darnos por vencida, seguir tratando de buscar la pieza perdida, u olvidarnos de ello y comprar un nuevo rompecabezas.
Al decidir comprar un nuevo rompecabezas estamos superando las cosas que no pudieron ser, aunque dimos lo mejor de nosotros, aunque tratamos de buscar con insistencia lo que hace tiempo se había perdido. Estamos dándonos una nueva oportunidad: de hacer algo nuevo, de experimentar cambios y sobre todo de empezar de nuevo.
Si nos damos cuenta, la vida es como un rompecabezas, cada pieza tiene una función que cumplir, que si la perdemos puede desnivelar el muro que hemos construido en la vida. Cuando nos trazamos metas, estamos coleccionando una cantidad de piezas que más tarde crearán una imagen de lo que hemos venido formando.
¿Qué pasa cuando algo no nos sale cómo queríamos? Nos frustramos, y es normal.  El punto importante es el siguiente paso: salir de esa situación, el aceptar la verdad y saber que todo pasa por algo.
Cada quien va coleccionando piezas para un puzle incierto, solo debemos saber elegir las que son más  importantes para nosotros y saber cambiarlas cuando sea necesario.
Y tú,  ¿Sabes cuál es la pieza que le falta a tu rompecabezas? ¿Por qué estás tratando de reemplazar las piezas que vas perdiendo?