ESCAPE
Publicado en Jul 29, 2019
Contemplo esa imagen que el espejo me devuelve, temblando acerco mi mirada a ese rostro, no me reconozco, años guardada entre cuatro paredes, tiempo sin saber si seguiría viva y hasta cuándo.
Me observo, mi mirada la noto muy cansada, arrugas tengo pocas, en eso fue generoso el tiempo, respeto mis sueños, me retiro del espejo, vuelvo a acercarme y me interrogo, ¿esa soy yo? Mi mirada anegada de lágrimas, trato de superarlo, dándome manotazos intentando secar mis ojos, me tiro en la cama dirigiendo la mirada al techo sin nada a ver, la dejo errante, sin detenerse en ningún lugar, con las emociones desordenadas, lucho por calmarme, me siento perdida, confundida, nadie toca a mi puerta, nadie me apura, no me gritan, respiro largamente temiendo quedarme dormida. El miedo me invade y si entra gente de la calle y son ellos, ¡calma, calma!! Están muy lejos, estoy distinta y tengo otro nombre y la habitación es interna , por las dudas me escondo debajo de la cama, escucho pasos, voces nadie se acerca, asustada me incorporo, me baño, tengo cinco minutos para hacerlo, ni a mirarme me atrevo, estoy preparada ya vienen a buscarme, no pasó nada, al rato, tocan a mi puerta, salto un metro del suelo, no contesto, me habla la hermana María y me dice es tu desayuno si no quieres abrir , corre la ventanita de la puerta para entregártelo, así lo hago, No Salí de mi cuarto por tres días, nadie me presiono, no me miraron raro todo fue normal, lo que me animo a salir de mi encierro voluntario, me acerque a un gran salón, muchas chicas, mujeres grandes, mamas con bebes de cunas, todas haciendo algo, tejiendo, cociendo, otras cocinando , tomando mate, todas reían, miraban la TV, fui invitada a unirme al grupo , preguntándome si tenía conocimiento de labores manuales, conteste que no, por hoy observaras y decidirás lo que te gustaría aprender y mañanas nos lo dirás dijo la coordinadora, pero no te salvaras de hacer ronda de mate, sino sabes cebar hoy aprenderás, por si acaso me senté cerca de una puerta y ventana, Mi desconfianza, mis temores, me jugaban en contra, no era capaz de interactuar y la coordinadora me dice que vendrá una psicóloga para evaluarme y para dar respuestas a todas esas dudas que taladran mi cabeza, no te presiones los procesos y cambios llevan mucho tiempo así que no corras, no te exijas más de lo que das y no te cuestiones, me dice, eso es fundamental. Dormía, no, dormitaba, finalmente fui vencida por el agotamiento de noches de desvelos, mis pesadillas no me daban tregua, siempre sirviendo en distintos bares, con ojos al acecho que no me perdían de vista, tampoco podía tardar en el baño pues era sinónimo de sacar la vuelta y no generar dinero. No tengo barreras ahora, pero en mi mente no he evolucionado, sigo sumisa, con miedos de no agradar, que todo este mal, dependiendo del humor de mi dueño, pues era lo que siempre nos decían, sin libertad, no eres nada, no tienes escapatoria, siempre pertenecerás a alguno de nosotros y como tal nos debes servir, horas extenuantes de trabajo eran lo habitual. Dormir no más de cinco horas, se supone que eran suficientes, fines de semana se triplicaba la demanda de clientes, y nos trasladaban a distintos puntos, en camionetas cerradas, así no reconocíamos el camino y de preferencias feriados y domingos no muy temprano, así las carreteras están más solitarias. Nunca hubo quien se interesara en saber de mi vida, quizás porque nací en pueblo chico, olvidado por el tiempo. mis padres ya no estarán, mis hermanos no me acuerdo, yo tenía 16 años cuando me subieron a una camioneta, estuve encadenada mucho tiempo, hasta que la debilidad no me dejaba ponerme de pie y de ahí recorrí muchos bares hasta que por esas cosas de la vida hubo un accidente en la carretera, la camioneta donde me llevaban quedo calcinada todos murieron y yo para que no me encuentren me metí a unos pastizales y me adentre por huellas, corría, caminaba, me caía, el miedo me consumía. hasta que me desvanecí en lo que parecía una plazuela rural y ahora despierto en esta especie de internado, por lo que observo no soy la única, muchas mujeres sufridas, las huellas de sus rostros las delatan y sus miradas sin brillo como la mía, cuando nadie las mira, quedan suspendidas en el tiempo, buscando algo en que perder la mirada. Han pasado como 2 meses, estoy aprendiendo costura, a cortar el cabello a cocinar, vino una madre superiora para conocer mi historia, no sabía por dónde comenzar pero ha sido muy paciente y solo hace una o dos preguntas sin apresurar las cosas, paso a paso tomo dimensión de las cosas, de lo sucedido conmigo , he llorado tanto, todas las lágrimas guardadas por años interminables, Será que la vida todavía me pide luchar porque sigo estando. Comenzar de cero es lo mejor se me ha dicho, todo a su tiempo se ira acomodando, tengo nuevo nombre, mis cabellos teñidos con nuevo corte, otro estilo de ropa, cada paso que voy dando es como juntar y remendar mis pedazos, duelen y mucho, estoy aprendiendo a escribir, a leer, mi proceso será muy largo pero depende de mí, tengo casi cuarenta años y por ahora no debo pensar en buscar si me queda familia. Porque no hay grandes recursos y si hago publica mi situación, estaré expuesta ante los medios y como yo otras mujeres correrían riesgos sus vidas y seria localizado el refugio. Han pasado casi dos años, voy avanzando en la recuperación de mi vida muy lentamente, tengo periodos de retrocesos muy marcados, fui ubicada en una casa en el cuidado de personas mayores, hago limpieza y los fines de semana voy al refugio, todas ayudamos, ya tengo mi documento, no he encontrado a nadie de mi familia, si voy juntando dinero para ubicarlos por medio de un investigador privado, que no lucra y tengo asesoramiento que lo provee el refugio, en cada paso dado no estamos solas, Aprendí a leer, escribir a usar internet muy restringido pero voy adaptando mi existencia a la nueva era. Si aprendí a no confiar en nadie, a no esperar nada de nadie, el proceso de abrirme todavía lo desconozco, me protegí ignorando mis emociones y ahora comienzo a descubrir mis emociones a entender que pasa por mi mente, las sensaciones de mi cuerpo, los dolores, como es tener sueños, conquistar ideales, es recuperar años que me fueron robados y me doy cuenta que las etapas en nuestra vida no las saltamos, las vivimos mucho más tarde, parece ridículo porque revivo mi adolescencia en un cuerpo más viejo, me doy ánimo y fuerza para contemplarme en un espejo, conocer arrugas, lunares, muecas, gestos. Ver mis dientes, verme toda, por mucho, mucho, tiempo fui incapaz de contemplar mi cuerpo desnudo. Es un proceso muy largo, un replantearse dilemas cada día, la soledad también toca a la puertas, los miedos no se marchan, las pesadillas recobran realidad en las noches, no se duerme sin luz, los fantasmas siguen esperando el ataque y yo siempre alerta.
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Daniel Florentino Lpez
Coincido con Enrique, parece que es un genero que te sienta muy bien
Felicitaciones!
Un abrazo
Elvia Gonzalez
Lucy Reyes
Te felicito Elvia, ha sido un maravilloso escape.
Abrazo cordial.
Elvia Gonzalez
Jonathan Landin Melo
Elvia Gonzalez
carlos reyes navarrete
El último párrafo es el que mejor describe el punto que cito: "Los miedos no se marchan - Los fantasmas siguen esperando el ataque..."
Realmente éste es un caso especial que refleja las delicadas oportunidades que reciben algunos seres humanos para rehacerse desde sus propias cenizas, pero asumiendo que el camino hacia la felicidad irá siempre por el borde del abismo... Cada siguiente paso habrá de ser inteligente.
La felicito, Elvia.
Saludos.
Elvia Gonzalez
carlos reyes navarrete
Salud.
Enrique Gonzlez Matas
Te felicito, Elvia, ese campo creativo te va muy bien.
Un gran abrazo.
Elvia Gonzalez
Mara Vallejo D.-
Gracias por compartir vuestras letras, amiga Elvia.
Abrazos.
María
Elvia Gonzalez
gabriel falconi
Elvia Gonzalez