El nacimiento del teatro está vinculado al culto religioso. Se considera que los clérigos, en su tarea de enseñar la fe en la celebración litúrgica, comenzaron a fomentar los primeros diálogos teatrales. Así, dentro de las iglesias, se realizaban representaciones que fueron haciéndose más largas, complejas e interesantes.
En España, la muestra más antigua de teatro castellano es una obra sobre los Reyes Magos que se presentó a finales del siglo XII. Luego, en el siglo XV empezó a crecer más este género y el interés de la gente en la compra entradas para ver estos espectáculos. “La Celestina” de Fernando Rojas fue la obra más importante del Siglo XV.
Sin embargo, durante el Siglo XVII se da en España lo que se conoce como siglo de oro del teatro; un momento histórico en el cual las condiciones sociales y políticas le otorgan una situación excepcional, y la representación pública se convierte en el eje de la moral y la estética. Se considera al mundo como un gran teatro y al teatro como el arte más adecuado para representar la vida. Así, se construyen las primeras salas teatrales, llamadas corrales de comedias, equivalentes a los teatros de hoy.
Luego vinieron las épocas de censura y de posguerra en donde todo lo referido al arte fue prohibido o censurado. Pero junto al regreso de la democracia, se renovó el teatro oficial, ya que grandes directores y nuevas artistas del ámbito, pudieron “volver a las tablas” y la gente otra vez, acceder a este arte recuperado y renovado.
En la actualidad teatro entradas, son sinónimos de la gente que elige dar un paseo artístico por espectáculos de calidad.
El teatro en España ha atravesado por diferentes momentos, pero hasta hoy, se encuentra vigente como medio de expresión, como recreación y como forma de vida de muchas personas.