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El Orgasmo Femenino.
Publicado en Sep 01, 2019
El Orgasmo Femenino Como Fenómeno Colaborador de la Evolución del Ser Humano y su Supremacía Alcanzada por Sobre el Resto de los Animales.
Hoy día me voy a referir, tal como se señala en el título, al orgasmo femenino como fenómeno colaborador de la evolución del ser humano y su supremacía alcanzada por sobre el resto de los animales. Seguramente alguna de las féminas de este portal se sentirá algo incómoda leyendo esto, pero debemos tranquilizarla contándole que nadie la mirará mientras lee; el único problema es que el portal les cuenta a todos sobre quiénes han leído las publicaciones, pero no todo puede ser perfecto ni secreto, ¿verdad? Algunos estudiosos plantean que la hembra del ser humano es multiorgásmica, esto quiere decir que podría tener orgasmos (solamente en el sentido de tener relaciones sexuales) sucesivos con uno y otro hombre y, desde el punto de vista animal, no sentir repulsión ni nada parecido contra ninguno de ellos, a menos que algunos de ellos sean feos y repulsivos, en cuyo caso el sentir repulsión dependerá de la intensidad del orgasmo correspondiente, si es que se alcanzó. Se ha descubierto que esta característica es propia solamente de los seres humanos; entre los demás animales la hembra, una vez que ha cedido al acoso de un macho, se declara libre del celo y resulta imposible sacarla de ese estado hasta un nuevo período. Por esta razón los animales machos pelean entre sí casi hasta la muerte por la susodicha. Como esto no llega a ocurrir entre los machos del ser humano debido a esa hermosa, celebrada y aplaudida multiorgasmicidad de nuestras hembras, es que la raza humana prosperó hasta donde estamos por sobre los animales. ¿Por qué? Porque en tiempos ancestrales los machos humanos no tenían que luchar entre sí para lograr los favores de las hembras. Eso hizo que sus energías se emplearan en cosas que los hacían evolucionar y generó conductas sociales colaboracionistas, total, la reproducción, o mejor dicho el acto de la reproducción estaba asegurado para un altísimo porcentaje de nuestros ancestros varones. ¿Me captan mis queridas multiorgásmicas? Más de alguno o alguna pensará de manera muy soterrada para que no se le vaya a notar: ¿y que ocurre con la frigidez femenina? La frigidez femenina, mis queridas chiquillas y mis queridos chiquillos, es un producto posterior de características absolutamente sicológicas y personales y no corresponde a una característica típica del género femenino humano; dicho de otra manera, la culpa de dicha anomalía (porque se trata de una fatal anomalía), radicaría, tal vez, en comportamientos, a veces del varón (¿eyaculación precoz tal vez?) o traumas adquiridos por diversas causas que sería muy largo enumerar. Quedémonos, pues, con la multiorgasmicidad de nuestras hembras y, ahora que sabemos de ella (aquellos que no lo sabían), tratemos de sacar ventaja de esta maravillosa característica femenina, no importa que a estas alturas de la vida no saquemos nada con saber de estas cosas aunque queramos. N. de la R. El autor de este artículo apostó una gran cantidad de dinero a que todas las féminas de este portal que se toparan con el título, iban a llegar al final de la lectura porque, sostuvo, no hay nada más irresistible para ellas que los temas relacionados con el orgasmo.
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Daih
Hace tiempo que se sabe que para el orgasmo femenino no se necesita de un pene, hasta los adolescentes y en clases de sexualidad en el colegio ya es algo sabido. Por tanto me parece un artículo bastante pasado de moda. Aun así me parece interesante el debate.
No se si para todas las mujeres nos parece tan irresistible saber la opinión de un hombre con respecto lo que piensa del orgasmo (es mejor vivirlo), en todo caso, conmigo y mi morbosa curiosidad, a lo menos no fue tanta su perdida en la apuesta.
Saludos.
donbaldomero.
En realidad, el tema central de mi escrito es el humor... y en materia de humor, las fronteras son más bien tenues. No pretendo entrar en discusiones de tipo social ni menos tomar partido en posiciones pro o anti falo porque no conducen a nada, en mi opinión.
Me hice hincha de la risa hace muchos años, porque descubrí que con ella evitaría morirme de pena.
Un abrazo.
Oscar Franco