CARTA A PAP
Publicado en Oct 10, 2019
Hoy es 02 y aun te extraño...siempre te extrañé. Desde que era niña he sentenciado que la vida es injusta, que no llueve para todos, que la primavera no florece en todos los jardines, que el sol no calienta siempre, y que la noche a veces es más oscura para algunas. A los once años, uno no puede comprender las situaciones por la que atravesamos; cada día que he vivido, siempre he terminado preguntándome: ¿Por qué a mis hermanos y a mí nos tocó crecer sin ti? ¿Por qué mamá tuvo que criar a cuatro hijos pequeños sola y enfrentar una crisis económica y social? Fue muy duro para todos. ¿Por qué no escucho más tu sonrisa? ¿Por qué se apagó la canción de la Gaviota? Creo que aquella gaviota sobre un palo verde que alegre cantaba y que triste lloraba; que un día alzó un largo vuelo… Eras tú. No recuerdo más la letra, he intentando traer a mí esa trova y no he podido, me siento molesta, porque no he sido capaz de envolverme en esa cancioncilla que solías cantarme cuando era una parvulita de cinco años. Recuerdo aquel día al atardecer, haber pedido a Dios con tanto fervor que te sanara, que pudieras volver a caminar, y ser la familia que quería que fuéramos. Pero el silencio de Dios fue mi respuesta-Y solo empeoraste- En mi mente cual película de estreno vive esa noche oscura, tú siendo llevado en ambulancia, con los ojos clavados en el negro cielo. Y aquella horrorosa y desgarradora madrugada cuando mami llegó a casa y casi sin poder pronunciar me dijo: Tu papá ya partió, no volverá más a casa. Pero volviste a casa en un cajón, el sonido de la tierra cayendo sobre ti aun late en mi memoria y los pasos vacíos al retornar a casa sin ti ha sido la experiencia más fría y vacía en mi vida. Sabes, he intentado no recordarlo nunca. He luchado una constante guerra juvenil con mi niñez, y , creo que hoy al fin, me ha afectado tu partida, mi escudo de protección se ha roto; ese escudo que formé dentro de mí cuando solo tenía once años para evitar sufrir. Sin embargo, hoy después de tantos, tantos años me ha alcanzado. Ahora, soy tu retrato (sí tu rostro es el mío) y mis hijos y yo tenemos tus orejotas (somos los únicos) Hoy mi alma se puso tan triste, que era inminente llorar frente a todos. Y SÍ, JUSTO AHORA, QUIERO RECONOCER QUE SIEMPRE ME HAS HECHO FALTA. NUNCA LO DIJE. PORQUE ME FALTÓ TIEMPO PARA DECIRLO PERO TE AMO PAPÁ. SIEMPRE TE AMÉ. LAMENTO TANTO HABER PRIVADO A ESA NIÑA QUE FUI UN DÍA DE LAS LAGRIMAS DE TRISTEZA POR TU AUSENCIA |
Maria Jose L de Guevara
Sin embargo, mi querida Florimar, de aquellas injusticias una gran cosa positiva podemos rescatar: Esos arteros golpes que, a veces, algunos recibimos, moldean la estructura de nuestro ser y nos sensibiliza, pero no es por mera consecuencia, sino porque aquellos golpes tenían esencia, sucedieron en el marco de la razón: Tu padre era la gaviota sobre el palo verde que cantaba y eso a ti te llenaba el alma. Tu y él formaban todo un mundo y sin darte cuenta atesoraste todo en tu corazón por mucho tiempo; el hecho de haber conservado dentro de ti aquella joya, hizo de ti lo que hoy eres, porque si no lo fueras ahora no tendrías esa pena y todo te daría lo mismo... Prefiero que la tengas, porque ello te hace humana, capaz de confesarlo al mundo y conectarnos al resto con las cosas tristes, pero bellas.
FLORIMAR DAVILA
Raquel
FLORIMAR DAVILA
Magnolia Stella Correa Martinez
FLORIMAR DAVILA