EL AMANTE ROTO.
Publicado en Oct 15, 2019
El amante dejo su chaqueta en el respaldo de la silla. Prendio un cigarrillo y Se sirvió un trago, el reloj marcaba la medianoche, afuera, el viento ensayaba una Sonata a medias, el crujir del alero, espantaba al viejo búho Y la luna se vestía de espera. Volvió a mirar el reloj. El olor de su cuerpo estaba En cada rincón de la casa Sus senos en punta, perfectos Y suaves, sus manos, guiandolo Ese instante prohibido Y el sabor a piel robada a caricia prestada, y el orgasmo Apurado, como si no fuera Cierto, como si no bastara Poseerla, sentirla. Cada vez le costaba más. Le dolía más. Apagó el cigarrillo. Recogio la chaqueta El frío de la noche lo estremeció. Los árboles dibujaban sombras chinescas sobre el asfalto, de distinto color.
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gabriel falconi
María Ester Rinaldi
Maria Jose L de Guevara
Tampoco intento decir que en éste no haya yo encontrado un punto, pero - insisto - me ha costado.
Entiendo que las expresiones de los sentimientos suelen ser muy abstractas; no obstante, para poder opinar debo partir por algo.
Espero que esto no te moleste.
María Ester Rinaldi