Tres Bellas Qu Bellas Son. La Importancia de una Buena Puntuacin.
Publicado en Nov 03, 2019
Esta es una de las tantas rutinas que hace muchos años nos presentaba el famoso dúo cómico de Los Caporales, en la radio, cuando nos visitaban una vez al año y que la quiero compartir con ustedes.
Se trata de un hombre joven que visita diariamente a tres hermanas casamenteras, hijas de doña Encarnación, una matrona de 120 kilos, viuda y cuya única preocupación es casar bien a sus hijas, Soledad, Silvia e Isabel. Como pasan los meses y el muchacho no manifiesta preferencia por ninguna de ellas, se ponen de acuerdo y le conminan a decidirse. .- Joven, dice doña Encarnación, ya es tiempo de que usted nos diga cuál de mis hijas será la elegida por su corazón; si usted no lo hace, entonces nos veremos obligadas, muy a pesar nuestro, a suspender sus visitas a nuestra casa. El presionado doncel les responde que al día siguiente les traerá un escrito en el cual verán cuál es la elegida. Al día siguiente, les entrega el escrito que decía: “Tres bellas qué bellas son cual de las tres ha de ser la que ama mi corazón será Soledad no es Silvia tampoco Isabel que no es poca su beldad”. Tal como se ve… sin signos de puntuación. Al leerlo le plantean que no está clara su preferencia por faltar la puntuación y él les dice que la puntuación es tarea de ellas. Cada una de las doncellas se retira a su dormitorio a meditar mientras él espera con la dueña de casa. Al poco rato ellas retornan y exponen su parecer: Soledad presenta el siguiente escrito: “Tres bellas, ¡Qué bellas son! ¿Cual de las tres ha de ser la que ama mi corazón? ¡Será Soledad! No es Silvia. Tampoco Isabel, que no es poca su beldad.” .- Por lo tanto, dice, es a mí a quien quiere. .- ¡No!, dice Silvia, el escrito debe puntuarse así: “Tres bellas, ¡Qué bellas son! ¿Cual de las tres ha de ser la que ama mi corazón? ¿Será Soledad? ¡No! ¡Es Silvia! Tampoco Isabel, que no es poca su beldad”. .- Es a mí a quien desposará, dice Silvia, a lo cual Isabel replica con su propia puntuación: “Tres bellas, ¡Qué bellas son! ¿Cual de las tres ha de ser la que ama mi corazón? ¿Será Soledad? ¡No es!... ¿Silvia? ¡Tampoco!... ¡Isabel!... que no es poca su beldad”. Al ver las tres niñas que han sido víctimas de una burla, reclaman a su madre para que exija al solicitado galán una explicación. Este les replica que la puntuación del escrito es como sigue: “Tres bellas, ¡Qué bellas son! ¿Cual de las tres ha de ser la que ama mi corazón? ¿Será Soledad? No es. ¿Silvia? Tampoco. ¿Isabel? ¿Qué? ¡No!... es poca su beldad. ¿Adivinan con quien tuvo que casarse el afortunado?... pues... con doña Encarnación. Esto es para destacar lo importantes que son los liliputienses signos de puntuación.
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Magnolia Stella Correa Martinez
donbaldomero.
Un gran abrazo.
Maria Jose L de Guevara
No obstante, también lo es la transcripción correcta de cada palabra, porque si escribes "lilitupenses" y no "liliputienses", la calificación de la frase que remata tu acertada intervención, carece totalmente de consecuencia.
Un saludo afectuoso.
María José Ladrón de Guevara.
donbaldomero.
Corrijo de inmediato el escrito y te agradezco la rectificación.
Estoy pasando una vergüenza temporal, pero si no me hubieras corregido, la vergüenza habría sido de por vida.
Un abrazo.
Maria Jose L de Guevara
Para consolar el sentimiento que te provoca tu error, déjame decir que algunas veces he escrito palabras con yerros ortográficos y Word me las ha subrayado escandalosamente con rojo.
Un abrazo para ti, también.
María José Ladrón de Guevara.