Simplemente situé mi diminuto relato en las postrimerías del invierno solo por utilizar recursos semánticos (que tampoco dejan de ser importantes). No obstante, el espíritu que me inclinó a expresar la idea fue, exactamente, el rescatar esa fuerza interna que nos representa de modo primordial a nosotras las mujeres: dar buena apariencia, mostrar preocupación por los detalles, armonizar dentro y fuera del entorno y, por último y no menos gratificante, agradarnos a nosotras mismas.
Estoy consciente que aspectos de estos a más de alguien le pueden parecer superfluos, sin embargo, Dios sabe cuánto ayudan a una linda convivencia.
Te envío mi cariño, Elvia.
María José Ladrón de Guevara.

Tu brazo lo recibo con igual calidez como si fuera real.
No intento dar ejemplos, pero sí demostraciones de cómo enfrento mi vida, que entre las sumas y las restas me han dado un resultado de dicha.
Un gran cariño para ti.
María José Ladrón de Guevara.

Gracias Enrique, por visitar mis micro/textos.
Eres de los buenos.
Cariños,
María José Ladrón de Guevara.