A veces despierto e imagino que al menos una pequeña parte de mi vida tiene sentido, y luego me pregunto si de vez en cuando habito en tu pensamiento. No como tu bailando avasallante en el mio evidentemente; pero tal vez por un segundo cuando te hablan de musica y de arte, de guitarras, pianos o malos cantantes, de la resolana que nubla el juicio de los verdugos, del vacio y la locura, de pinturas, o dibujos en torpes trazos y papeles rotos, en el frio metal de un bisturi, y en la calamidad de una sirena de ambulancia a mitad de la noche me pregunto si resuena mi nombe en las paredes cuando abunda la ingenuidad de un soñador convaleciente frivolo ante la sala de un hospital desertico. En la soledad de mi habitacion imagino sin tener certeza que me piensas al beber una cerveza, o al fumar un cigarrillo, y me acompañas con una cancion grotescamente romantica para despegar del suelo e inmortalizar mi eterno deseo hacia tu par de pechos libres tibios y salados. Pero aunque no me pienses, estare en cada gota de rocio que toque tu piel y en el petricor que nos regala la llovizna cuando nada es perfecto exepto besarte hasta el alma entre las piernas. y en el ambar de tus mañanas para servirle amor a la concavidad de tus caderas palidas de piel marfil. Imaginandote pensandome no funciono porque sin imaginarlo volvi a pensarte y estoy de nuevo a cuenta tuya por mis sentimientos salvajemente irrevocables, y la perpetuidad del tiempo que me inundaba en vagos momentos se torno indiscutiblemente un santiamen, y esque escribirte por años yo podria pero jamas se acercaria ni un poco al universo de amor que te tengo dentro guardado en mente y cuerpo.