AGRADECER O RECLAMAR
Publicado en Nov 18, 2019
En todo el mundo la sociedad está conformada por una pequeña minoría de ricos, una gran cantidad de pobres y en el centro la inmensa mayoría de la población que encuentra tantas razones para agradecer como para reclamar, cuando contempla a ambos extremos. Siempre será válida cualquiera de las dos decisiones y ninguna de las dos tiene porque generar conflicto alguno.
Agradecer por lo que se tiene es la manera más efectiva de trabajar por lo que no se tiene. Agradecer garantiza el progreso. De igual forma, reclamar por lo que no se tiene es una vía segura de acabar con lo que se ha logrado a punto de trabajo. Reclamar conduce al retroceso. Sin embargo, en decisión personal cada uno elige qué MERECE ya que tanto el progreso como el retroceso son un simple merecimiento, porque todos merecemos y hacemos mérito para ello. Agradecer o reclamar es un albedrío intransferible consecuente con la capacidad propia para abrigar gratitud o envidia en el corazón. Siempre habrá quien se sirva de alguna de estas dos condiciones para bien y/o para mal. Me permito hacerle partícipe a quien pretenda debilitarme con números, estadísticas, estudios o investigaciones que yo no soy psicóloga, socióloga ni cualquier otro profesional similar. Esto es tan solo mi percepción frente al tema; es únicamente mi opinión personal la cual publico para compartir no para debatir. Toda mi solidaridad para quien sabe agradecer y mi absoluto respeto por quien necesita reclamar. Yo decido AGRADECER por todo lo que tengo mientras continuo trabajando para lograr todo aquello me hace falta. Agradecer es un derecho y un deber conmigo misma.
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Magnolia Stella Correa Martinez
Maria Jose L de Guevara
Comparto contigo que la vida no es un motorcito perfecto ajeno a las fallas, pero nos lleva por una senda recta hacia un lugar determinado, y existen un millar de razones para que ese destino se haga interminable o desgraciado. Las alternativas se ajustarán - como bien lo defines - de acuerdo a nuestro albedrío. En consecuencia, no es necesario volver al punto de partida, cambiar de vehículo y buscar una ruta nueva: Ello es transformar el reclamo en una estupidez y no agradecer nada de lo obtenido.
Desgraciadamente muchos están convencidos que la vida surge cuando ellos lo deciden.
Mi querida amiga: Hasta aquí hemos comulgado con nuestras ideas y, si por esas cosas de la vida, tropezamos con alguna desavenencia, tengo total confianza que la debatiremos sabiamente.
Un sincero abrazo de tu amiga.
María José.