Por ti tengo esta profesin de equilibrista
Publicado en Mar 15, 2009
Por ti tengo esta profesión de equilibrista
I Tengo gracias a ti Esta profesión De equilibrista, La soga delgada, Fina. Siempre al borde De la soledad, Silencio sin nombre. Más delgada Cada día Sin luces Tú no me miras, Me arrojas A caminar cada línea Que tiembla... Y yo sin saber Si es mejor descalza Caminar, Con zapatos Caminar Con escarpines En la soga Delgada, fina Sin aplausos. II La espada Oscila en un cabello Sobre tu fuente ¿Y tú eres equilibrista? Hay un movimiento solo Y la fuente es tiempo Tan pesado. Si la persigues con la mirada Te cortas en mil sueños. Dentro hierven flores negras, Delfines distraídos, Escollos musgosos. Si lloras sobre El atardecer Puede Derramar tus temores. No ríes Ni en la noche. Ni siquiera has contado Los giros del cielo, Cuántos terrones de azúcar Consumieron tu ingenio. No susurras Silencio, quietud Se cuelgan Niños feroces hamacan, Cada vez más delgados Comulgan Los escarabajos. Y tu que no has contado... No has... no... n... La fuente consume y corroe El filo con espuma. ¿Y tú eres equilibrista? III Una gasa transparente, Bebo la sangre Con veneno. Me inyecto El dolor A sorbos. Camino sobre La delgada cuerda, De espaldas esperas Siempre mi equilibrio. Me detengo, La tira bajo mis plantas Tiemblas, Tiemblo. Te miro al otro lado Ni cuerda, ni camino De espaldas No me esperabas, De frente Distante: La sangre limpia, Inmune el pulmón Cortas con navajas Mi trazo De neón. IV Sin redes, el cuerpo puede convertirse. La sombrilla Se balancea, Aquí y allá Las piernas se trenzan. Sin redes, Menos piadosa La altura, la distancia Te aleja peligrosa. Retorno, La sangre sigue su recorrido, No hay más paso Que el de mis manos Con la sombrilla Aquí y allá, Que el de mis talones Heridos en el centro, Surcos donde la risa Corre ajena, Roja o escarlata. Si no te viera Cerraría los ojos, Si los cerrara Sin redes el cuerpo Pierde, Se convierte. Pero ahí estás, Con la risa dentro de los labios, Los susurros calientes, Los ojos esmerilados. No hay más Distancia que unos pasos, Pero cada paso Es Lento en equilibrio Sin redes, es eterno. El cuerpo se somete, Capullo, Mariposa, Polen. V Hace tiempo El trampolín vio Mi espalda segura. Ahora cada curva Oculta la meta y la partida, Simplemente estoy En ese punto En el que seguir es imposible, Volver, suicida. Tantos vaivenes me alejaron Seguir es el único camino, Quizás ya no hay caricia, Pero he aprendido A dormir al filo, Si perder la calma. Lloro en silencio Mientras sigo. Mis piernas Con fuerzas renovadas, A veces se mueven Sin mi voluntad, Sólo marchan Y mi sombra Más delgada Sobre la soga En blanco y negro O a lunares Dibuja mi cuerpo De papel maché Completamente desteñido. Marie De Feo
Página 1 / 1
|
Ignacio Salinas