DESHOJANDO
Publicado en Jan 20, 2020
DESHOJANDO En qué piensas pregunté. —En las hojas, dijo ella y quedó callada, tal vez pensando en alguna clase de hoja. Ya no le insistí, me dejé llevar por lo ambiguo de su respuesta y también ubiqué la palabra hoja en el vértice del espectro de mi reflexión. El hilo de mi elucubración partió del concepto hoja como sinónimo de página, ello me llevó a recordar que la Biblia Satánica —también conocida como la Biblia Negra— en su edición traducida al español consta de trecientos cincuenta y una páginas. Eso me llevó a preguntarme: ¿Trecientos cincuenta y una páginas para hablar de lo más siniestro? Entonces ¿Cuántas hojas se deben utilizar para describir a Dios? ¿Cabrá tal descripción en una página en blanco? Como aquella hoja de papel en blanco que soñaba con todo lo que quería ser. Deseaba ser un soneto de Shakespeare o una rima de Bécquer. Quería ser un Poemínimo de Huerta o un cuento de Kafka. Soñó con ser el inicio del Quijote o el final de una fantástica saga. Para terminar siendo una hoja llena de garabatos pintarrajeados por un niño que tal vez imaginaba un cuento para contárselo a él mismo. — ¿En qué piensas? Preguntó ella. —En una hoja. Le contesté. — ¿De qué árbol? Volvió a preguntar. — ¡Del árbol de la vida! Respondí. Poniendo fin a la conversación.
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Maria Jose L de Guevara
Digno tema el que expones.
Felicitaciones.
María José.
kalutavon
Lucy Reyes
Las hojas del árbol de la vida, tan frondosas y variadas vislumbran sentimientos, actitudes, historias, caminos, movimiento. Algunas hojas brillando, otras opacas y otras desprendiendo del árbol por marchitas.
Gracias Kalutavon, por dejar temas de reflexión
Cordial saludo
Lucy.
kalutavon
Marìa Vallejo D.-
Quizá parezca tarada, ( tonta, cero inteligente, inculta ...) por lo que le escribiré; pero, fué lo que senti al leer su magnífico texto (es mi parecer) .
" Soy católica, a mi estilo, creo profundamente en ese ser invisible que amo y me ama (comprobado), por ello afirmo:
En una hoja en blanco, o deshojando una ramita, no necesito tanto de los dos para escribir, fe, amor .
Fe, amor, lo que aporto y, amor lo que recibo.
Ese árbol de la vida es así de frondoso ,si marco cada día con ese sello.
No se si me entiendes, amigo mío, pero siento tranquilidad cuando escribo o digo lo que siento.
Perdona mi osadía. Vale?
Recordé a mi padre con éste relato suyo.
Él me contaba la historia de una niña, que regaba su planta de albahaca y. pasó el rey y, le dijo: Niña que riegas la mata de albahaca, puedes decirme cuántas hojas tiene la mata ?
Ella le contestó: Rey que sabes contar y sumar, puedes decirme cuántas olas manda el mar?
Grandes tus letras y, lo sabe.
Abrazos
Maríia
kalutavon