Ese tipo llamado...
Publicado en Feb 01, 2020
“¿Quién soy? Estoy tratando de averiguarlo”. Jorge Luís Borges. “Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”. (Pablo Neruda) Finalmente me percaté de él. Percibía su existencia en mi entorno. Coexistimos aunque en distintos planos, compartíamos más defectos que aciertos. Aunque era un sujeto anodino, subliminalmente se me daba a notar. Ahí estaba empecinado en su yo esto, yo aquello, siempre encadenado a su yo. Nunca he entablado relación directa con él, solo lo observo, siempre lo observo, es como una fijación que me ha sido impuesta por la constante cercanía con ese sujeto del cual no se ni su nombre, por lo que suelo llamarlo “Ese tipo llamado yo” y no me lo vas a creer, cada vez que menciono su nombre siento una extraña vibración en todo mi ser, ¿por qué será? Siempre me mantengo en su cercanía, soy parte vital de su entorno y él nunca se percata de ello, solamente alguna vez que el sujeto estaba frente al espejo creyó verme, su cuerpo se tensó y se mantuvo alerta mirando su propia imagen en el espejo. Yo sentí un escalofrío, ¡me descubriste! Casi grité. Pero no, “Ese tipo llamado yo” sonrió a su imagen reflejada y dijo con desparpajo: ¡Eres guapo carajo! Y se dio un pellizco en la mejilla. Yo estoy bien seguro que “Ese tipo llamado yo” no es nada guapo, seguramente manejamos distintos estándares de la belleza, porque a mí me parece bastante feo, tanto como yo, ese es uno de los “defectos” que compartimos, solamente que él se niega a aceptarlo, yo en cambio me dejo llevar por la circunstancia y así me la llevo tan campante, sin necesidad de ir por la vida engañándome y auto compadeciéndome lastimosamente. Muchas veces quisiera abandonar mi secrecía y manifestarme tal vez como su Alter ego porque “Ese tipo llamado yo” asume actitudes y desarrolla conductas francamente deplorables que no son nada de mi gusto. Por ejemplo él es un mujeriego empedernido, yo en cambio, no he disfrutado de la compañía sentimental de más de una o dos docenas de mujeres. “Ese tipo llamado yo” es de odios eternos, nunca perdona a un enemigo, él no tiene adversarios, solo enemigos. Yo en cambio no mantengo tan intensos mis odios… pero no olvido una agresión, por ínfima que fuera ni de quien viniera. “Ese tipo llamado yo” vive el sexo hasta el extremo, yo por mi parte lo practico en su más intensa normalidad aderezado con una que otra parafilia menor, siempre en el ámbito de lo heterosexual. En fin, nunca terminaría de describir a “Ese tipo llamado yo,” pues posee una personalidad polifacética que predispone a ser observada. De hecho así sucede, pues últimamente cuando “Ese tipo llamado yo” se coloca frente a un espejo, él no lo nota, solo lo presiente, en cambio yo si me doy cuenta que otros entes se han sumado a la nada grata tarea de observar a “Ese tipo llamado yo” y hasta me parece que algún desquiciado hace lo mismo conmigo.
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Daniel Florentino Lpez
pero escribe bien.
Felicitaciones!
Un abrazo
kalutavon
Mara Vallejo D.-
Es un buen texto, lo has llevao con frases precisas, lo cual hace que la lectura sea amena. Me ha gustao!
Leí alguna vez ésta frase de Aristóteles y, la comparto con vos.
“El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría”.
Felicitaciones, amigo mío.
Abrazos
María
kalutavon
Enrique Gonzlez Matas
Muy bien planteado el tema y expresado con maestría.
Te felicito, Kalutavon, con mi abrazo.
kalutavon