BIENVENIDA A LA VIDA
Publicado en Feb 23, 2020
“BIENVENIDA A LA VIDA” .
Era la noche de fin de año y una vez más estaba sola y sin planes. Me había prometido que tenía que estar despierta hasta la media noche para tomar las uvas con las doce campanadas. No como el año anterior, había que despedir el ciclo del año y dar la bienvenida al año nuevo. No me iba a tumbar a ver la televisión porque seguro me dormiría. Tomé un baño de espuma y abrí una botella de cava, que porras, a ver si conseguía sorprenderme a mí misma. Con la copa en la mano puse música, "Saturday Night Fever" Bee Gees y me transporté a mi época de sueños e ilusiones. Subí el volumen y decidí vestirme según me sugería la música… Fui sacando una medias negras con liga, unas braguitas negras de encaje, regalo de las amigas que nunca te pones porque son muy delicadas y un sujetador "push-up" de fondo de armario, que siempre te da vergüenza ponerte. Di otro sorbito y me observé en el espejo con mirada picaresca. No hay nadie, así que puedo atreverme a más y es mi momento, le falta un collar largo de perlas y el antifaz que se dejó mi sobrinita le vendrá perfecto. Cuando me subí a los tacones de infarto vi en el espejo como éstos daban paso a una piernas enfundadas en unas medias finas de seda negra que terminaban a medio muslo, con unas ligas de encaje frontera con el blanco de la piel. Ascendiendo se llegaba a unas braguitas casi transparentes que moldeaban una curva de verdad, de la cintura a las caderas. El collar juguetón llegaba al inicio del encaje de la braguita y decoraba el sujetador que mostraban unos pechos subidos y cerrándose en un "canalillo" la mar de sugerente. Y viéndome con el antifaz me pregunté: ¿Dónde está ahora la pazguata y tonta clásica ? ¿Eh? ¿Dónde? Un gran foco desde el balcón del dormitorio iluminó toda la habitación y seguidamente entraron dos bomberos. La puerta del dormitorio se abrió de golpe y entraron dos policías. Fueron segundos de estupor, Laura no daba crédito a lo que pasaba, ella que siempre estaba sola en su casa. Los policías y los bomberos en segundos la miraron de arriba a abajo y reaccionaron con normalidad profesional. “Rápido, debemos entrar a la casa de sus vecinos por el patio común, le han entrado a robar al matrimonio anciano y han apuñalado al marido. Nos ha avisado su mujer pero algo ha pasado porque no contesta a las llamadas y no sabemos si están los ladrones dentro”. Todo fue rápido, saltaron por el patio a la ventana de los vecinos. Gritos de "Policía"… No hubo disparos… Pronto llegó una ambulancia. El señor mayor tenía un corte en el brazo y su mujer estaba desmayada encima de él, los dos estaban muy delicados y gracias a la rapidez se los llevaron al hospital. Una vez pasado todo el movimiento, Laura no sabía como reaccionar, tuvo que quitarse el antifaz e identificarse. Se hicieron todos los trámites y tuvo que explicar que no oyó nada por la música. No, no iba a ninguna parte, ni esperaba que viniera nadie. Sí, vivía sola. Ningún comentario sobre el vestuario. El que llevaba el interrogatorio, echó un vistazo y se fue haciendo una ligera idea. Le desearon un Feliz Año y el autor del interrogatorio, mientras ella iba subiendo el color de la cara de rojo a intenso rojo, con mucha dulzura le dejo una nota: " Siempre hay un momento en la vida que debemos atrevernos con una locura, es signo de vida, y tu lo has hecho. Bienvenida a vivir" Y un número de móvil en que se añadía − − "En una hora termino el servicio, por si quieres empezar este año conociéndome." — MIA. Diciembre de 2016.
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Maria Jose L de Guevara
(*) Término muy nuestro en Chile que significa seguir la corriente.
Mar