Estoy abstraído…
Mirando el vuelo de las mariposas, pero no de las amarillas como las de Gabo, porque esas son de pasiones obscenas e inconclusas. Miro las mariposas negras, como las de la poetisa Alisma De León que en cada aleteo son como una cuchillada que corta en rebanadas la sorpresa e instala la esperanza de que su movimiento mueva algo en la infinita distancia de tu alma.
 
*Nunca nunca nunca podré deshacerme
de esto que no sé si es recuerdo
que no sé si es venganza
que no sé si es rencor.
 
La puerta se cerró detrás de ti y nunca supe si te fuiste o fui yo el que partí en pos de ti. De la impronta atesorada de esa herida vertical que en noche de pasional vendaval mi verduguillo aterido de un calor desconocido perpetró inclemente en tu cuerpo nacarado. Una herida menor dijiste, ofrenda a la grandeza a nuestro amor apasionado.
 
“¡Noche no te vayas!, Quédate entre nosotros para siempre”, que estoy absorto mirando la danza de las mariposas negras en derredor de la muerte, presagiando mi destino sin tenerte…
 
**Cuando termino de escuchar la música que dejaste.
Cuando corto un pedazo de pan y lo mastico para engañar mi furia.
Cuando recorro con ojos lascivos la habitación en rojo
y constato tu presencia en el interior de otra habitación vacía,
cuando enredo entre mis dedos el ansia y la distancia
sólo la imagen de tu sombra estirada sobre el papel fucsia permanece en mi silencio
y una mariposa negra, presagio de la muerte, me acompaña.
 
¿Será mañana?
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Alisma De León: *Una herida menor.  **Mariposa Negra.